«Si recordara que cumplo cien años, me asustaría»

«Me llamo Luisa Cavo y, aunque parezca irreal, hoy cumplo cien años, cien años! Si lo recordara, me asustaría...»La nueva centenaria leonesa ha entrado en el club de la longevidad, y lo celebró por todo lo alto en la residencia Los Rosales, de Carbajal de la Legua donde hoy reciben con alegría la segunda dosis de la vacuna contra el covid.

«Nunca pensé llegar hasta aquí, mi camino no ha sido fácil, probablemente como le ocurre a todos los que pasamos por nuestro mundo», comenta. Ha conocido dos siglos, dos guerras e infinidad de situaciones de todo tipo. Ha disfrutado y sufrido alegrías y penas, risas y lágrimas... y es consciente de que «casi es una hazaña» llevar «más de treinta y seis mil días respirando esto que se llama vida».

«No ha sido fácil. Me casé joven, como se hacía entonces. Fui madre joven, abuela y bisabuela joven, detrás de mí hay tres generaciones que llevan mi sangre. Fue un matrimonio largo, más de sesenta años, hasta que me faltó Lisardo. Juntos trabajamos, juntos luchamos en las penurias y juntos celebramos los momentos maravillosos que el destino nos regaló», relata de su puño y letra.

«Tanto tiempo...cien años.He sido feliz y desgraciada, he soñado y he llorado, he esperado y he desesperado. Mandé mucho, reconozco que mi carácter castellano no fue llevadero, pero también cedí...si no quedaba más remedio». Genio y figura, dicen en su casa. «Y aquí estoy, después de todo. Una larga vida que no recuerdo porque, probablemente, las sombras sean el escudo perfecto contra el vértigo del tiempo.». Ayer, con sus cien años dorados sobre la tarta de chocolate, dio «gracias a Dios, gracias a la vida. Y sobre todo, gracias a mi familia por haberme acompañado en este largo, muy largo, viaje». Su hija Angelita y sus tres nietas y el nieto son sus tesoros.