El hambre, de nuevo en ascenso, y la pobreza matan a 25.000 personas diarias

La lucha contra el hambre se encuentra estancada, alertó ayer la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. La FAO constató con dolor e indignación un número creciente de afectados: a los 840 millones de personas hambrientas y desnutridas (el 95% en países en desarrollo) se suman otros 2.000 millones cuya deficiente nutrición les priva de vitaminas y minerales y les hace padecer la llamada «inanición oculta». La suma de ese desastre alimenticio y de la miseria estructural se cobra cada día 25.000 vidas en el mundo pobre; nueve millones de muertes anuales, de las que seis millones tienen un nombre infantil que jamás cumplirá cinco años. Pésimas noticias, pues, en vísperas de los Días Mundiales de la Alimentación y para la Erradicación de la Pobreza que se celebran este miércoles y mañana por inspiración de la ONU.