Un informe revela que España está a kilómetros de Europa en seguridad vial y los expertos piden más inversiones
Coches antiguos y malas carreteras, causas de la alta siniestralidad
Año tras año, España se sitúa en los primeros puestos entre los países europeos en lo que a siniestralidad y mortandad en la carreter
Por encima estuvieron países como Grecia, con 679 fallecidos; Irlanda, con 353, y Portugal, con 350. Respecto al número de víctimas mortales, España ocupó también el cuarto puesto con 5.957, sólo superada por Francia con 8.918 muertos, Alemania con 7.792 e Italia con 6.267. Fuera de cualquier análisis concreto, basado en una u otra estadística, la realidad es tan simple como preocupante: las carreteras españolas se cobran demasiadas vidas en comparación con las de nuestros socios europeos. Para Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia, director del Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial (Intras) y máxima autoridad nacional en la materia, cuatro son los principales motivos de este fenómeno: el mal estado de las carreteras, el insuficiente número de agentes de tráfico, la antigüedad de los vehículos y, por supuesto, el factor humano. Según Montoro, que reconoce que desde 1989 (9.032 muertos) el número de víctimas en las vías españolas ha descendido (unos 6.000 en 2001), las carreteras nacionales no están preparadas para soportar el gran número de vehículos que circulan por ellas. «La actual dedicación de Producto Interior Bruto a este aspecto, que durante mucho tiempo ha sido una de las más bajas de Europa, no se corresponde al aumento del parque», asegura. En este sentido, añade, es primordial la mejora de las carreteras secundarias, sobre todo en zonas turísticas, así como el desdoblamiento de las vías de gran tránsito para «evitar el más mortífero de los accidentes, el choque frontal». En opinión de este experto, la «gran asignatura pendiente» del tráfico en España es el aspecto del control, vigilancia y sanción de las infracciones. En España, el parque de vehículos está obsoleto. Eso explica según Montoro la alta siniestralidad y, sobre todo, las graves consecuencias de los accidentes. «Un 35% de nuestros coches tiene más de 10 años de antigüedad, lo que conlleva más posibilidades de sufrir un accidente y que sus consecuencias sean más graves», señala. Otro aspecto importante es la falta de atención y la dejadez en el mantenimiento de los vehículos. «La media de revisión en Europa está en tres meses, mientras que la media de revisión en España está en seis meses», asegura. La puesta a punto del coche, no sólo cada equis kilómetros, sino antes de cada viaje, es esencial y evitaría muchos accidentes. Formación adecuada y a todos los niveles. Ésta es la última y no menos importante circunstancia que sitúa a España en un lugar bajo.