«Hay miedo, la gente no sale, las calles están vacías»

Los municipios para los que la Junta de Castilla y León ha establecido medidas «excepcionalísimas» para atajar la propagación de la pandemia de covid-19 tendrán que cumplir las normas fijadas para intentar regresar a la situación previa a este domingo. Ayer fue el primer día en que los locales de los diecisiete municipios de León tuvieron que echar el cierre a las seis de la tarde. El sector más afectado es la hostelería. El resto de comercios con un descuento de dos horas de atención al público no cree en general que estas medidas puedan influir en la contención de infecciones.

Bembibre, con casi una treintena de bares y cafeterías es un fiel reflejo de la mala situación de la hostelería a causa del covid. Apenas media docena de locales permanecen abiertos con horario restringido y servicio solo para llevar. Muchos de los ahora cerrados no podrán abrir de nuevo. Ana Calleja, que regenta con su marido el Señorío del Bierzo, asegura que «ya no sabemos qué hacer. No nos permiten trabajar pero nos cobran todos los impuestos. Si no trabajamos ¿de dónde sacamos el dinero?. El que tenga un colchón va pagando pero el que no se arruinará para toda la vida y encima sin poder seguir abriendo el negocio. Yo creo que lo hacemos todo bien los que tenemos negocio abierto. Ellos mismos (los políticos) se contradicen, creo que tenemos que hacer todo lo posible para parar la pandemia pero lo que no se puede hacer es decirnos a nosotros que no trabajemos y hacer mítines en Cataluña, y permitir incluso a los positivos ir a votar. No tiene sentido ninguno, parece que es todo política. La enfermedad está ahí pero parece que lo único que les interesa a los políticos es entrar en el gobierno, no les importamos las personas». Adelantar dos horas el cierre de los negocios es para esta hostelera otro sin sentido. «Adelantar el cierre a las 6 de la tarde en lugar de a las 8 ¿para qué sirve? Si te contagias te contagias igual antes de las seis que de seis a ocho. Aquí estamos continuamente desinfectando, cada vez que se levanta un cliente lo desinfectas todo, algo que no se hace por ejemplo en los bancos, en los cajeros o en los supermercados y nos cierran a nosotros. No se entiende», finaliza.

Milagros García Olano regenta un estudio de fotografía. Gran aficionada además a las caminatas por la localidad daba su visión de la situación actual «creo que hay miedo, la gente no sale, no se ve a casi nadie por la calle». Su negocio ya acusó la principal bajada con el inicio de la pandemia que llevó a suspender bodas, bautizos, comuniones y distintas celebraciones más en las que los fotógrafos tenían su principal fuente de ingresos. En su tienda-estudio cuida al detalle todas las medidas de prevención en la atención al cliente y ahora establecer el horario de cierre a las seis de la tarde «me lleva a plantearme abrir o no. Si abres a las cinco y tienes que cerrar a las seis no tiene mucho sentido. Lo más probable es que no abra al público y en esas horas haré a puerta cerrada otros trabajos que se incluyen en mi profesión».

Gonzalo Delfín Fernández Mato es el titular de una ferretería junto a la Plaza Mayor. Por las condiciones en que se atiende al público en su negocio entiende que no serían precisas más medidas de seguridad, pero asume que hay que cumplir con las restricciones. «Si sirve para que esto mejore no lo veo mal. Lo que veo mal es que haya quien se escude en cualquier excusa para estar abiertos»; (en su caso al vender también peles, que son combustible, podría mantenerse abierto hasta las 20 horas). Gonzalo entiende que las medidas que viene aplicando desde el inicio de la pandemia garantizan la seguridad de clientes y la suya propia. «La puerta de este local está continuamente abierta desde que esto empezó incluso cuando la ola de frío. Aquí es muy difícil que nos contagiemos. Todo el mundo con la mascarilla, un local grande, ventilado, manteniendo distancias no habría ningún problema». Aunque para su tipo de negocio no entiende muy bien la reducción de dos horas en el horario de atención al público, señala que «si hay que hacerlo se hace, esperemos que sirva para algo», y finalizaba, «la situación está fea y esperemos que esto se reduzca. Yo no entiendo como se está contagiando la gente así porque es que ni ves gente por la calle. Que en ciudades como Madrid que hay metro esté bajando el índice de contagios y aquí que no hay nada estemos como estamos, ya no sabe uno ni que pensar».

Cierre de las trapas en calles vacías en Bembibre. ANA F. BARREDO

Panorama desolador desde primera hora de la tarde. ANA F. BARREDO

Todas las terrazas recogidas en Bembibre. ANA F. BARREDO

Valencia de Don Juan

Valencia de Don Juan es otra de las localidades de mayor tamaño de la provincia afectada por el cierre total de la hostelería (salvo para servicio a domicilio) y del resto de comercios y servicios no esenciales a las seis de la tarde, aunque el toque de queda se mantiene a las ocho de la tarde.

La localidad coyantina presentaba ayer a las 18.00 horas un ambiente desangelado con la Plaza Mayor absolutamente desierta y las principales calles con apenas movimiento.

La sensación general del comercio es que estas nuevas medidas vienen a dar la puntilla a algunos negocios que ya estaban al límite, aunque otros aseguraban en la situación actual poco les afectan ya. Así se manifestaba uno de los dueños de la Agencia de Viajes OD Tours, Óscar Fernández, quien señalaba, precisamente, que «esto poco nos afecta ya».

Es más, muchos establecimientos comerciales de Valencia de Don Juan, directamente han optado por abrir solamente por las mañanas mientras sigan en vigor estas medidas. Así lo han hecho asesorías, algún estanco, alguna ferretería y alguna tienda más. Aunque la mayoría apuraron ayer a la hora límite de las seis de la tarde para bajar la trapa.

Los comercios echan el cierre a las seis de la tarde, dos horas antes que el toque de queda. MEDINA

Calles vacías a las seis de la tarde en Valencia de Don Juan. MEDINA

Información sobre el horario de cierre. MEDINA

Sí existe en la localidad coyantina una sensación muy generalizada de falta de control por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por hacer cumplir las normas. «Estas medidas no sirven de nada si después anda por la calle gente que sabemos que debía estar confinada y no les pasa nada. Incluso hay bares que se saltan las normas. La mayoría lo están haciendo bien, pero hay algunos que no. Lo sabemos todos», decía un vecino. Una opinión que corroboraban varios más. «Como sigamos así, haciendo cada uno lo que nos da la gana, esto no lo paramos», afirmaba otro. «Hay gente que es positiva y no da nombres de sus contactos para que no los confinen. Así no vamos a ningún lado», señalaba ayer otro vecino.

Santa Colomba de Somoza

Pese a las restricciones, en el caso del municipio de Santa Colomba, llevan el día a día sin muchos cambios. El alcalde, José Miguel Nieto, explica que «todo lo que sea en beneficio de nuestros vecinos nos viene bien y, esto que están haciendo, está avalado por técnicos que saben lo que hacen». En ese sentido, señala que «no me parece mal que estemos en esta situación. Los únicos negocios que tenemos afectados son bares, que antes de que nos pusieran estas restricciones ya estaban prácticamente cerrados». «El resto de comercios que tenemos son esenciales», matizó. Por ello, Nieto manifestó su «tranquilidad» pese a la situación porque «creo que todo está más o menos controlado, pero es muy fácil que nos metan en este listado de municipios con restricciones al tener poca densidad de población en los pueblos».

Puebla de Lillo

El alcade de Puebla de Lillo, Pedro Vicentee, comenta que la gente responde bien, ya que no hay otra opción y los restaurantes se adaptan a esta nueva situación con comida para llevar.