León y Ponferrada están en los límites legales
Los análisis demuestran que el agua de León y Ponferrada está dentro de los límites legales y la OCU no ha encontrado que los niveles de ninguna de las sustancias analizadas estén por encima de lo considerado normal. No hay presencia de herbicidas y no hay sustancias que representen un riesgo para la salud. El estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios ha contado con financiación del Instituto Nacional de Consumo, y la cooperación de la mayoría de los ayuntamientos implicados. Otros, aunque analizados por los técnicos de la OCU, se han negado a colaborar o facilitar datos sobre los controles a que someten al agua de consumo de sus convecinos. En el «cuadro de deshonor», en palabras de José María Múgica, destacan los consistorios de Alcantarilla (Murcia), Badajoz, Cádiz, Cuenca, Elda (Alicante), Huelva, Huesca, La Guardia (Pontevedra), Madrid, Majadahonda (Madrid), Motril (Granada), Murcia, Orense, Pamplona, Ponferrada (León), Requena (Valencia), Sagunto (Valencia), Segovia, Solsona (Lleida), Soria, Teruel y Torelavega (Cantabria). Su desinterés, u oscurantismo en algunos casos, demuestra -apostilló Múgica- «el escaso respeto que algunos responsables políticos tienen aún para con el derecho de información de los ciudadanos». La página web de la OCU (www.ocu.org) detalla los datos más significativos de cada una de las localidades incluidas en el estudio. En alta concentración, pueden causar daños en el riñón, hígado o sistema sanguíneo. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) alerta incluso de que varios de ellos -cloroformo, bromodiclorometano, atrazina, tetracloetano o el 1''2 dicloroetano- son «posiblemente cancerígenos». Los trihalometanos se originan en la reacción de la materia orgánica que transporta el agua con el cloro que se emplea en las plantas potabilizadoras para su desinfección. Los compuestos volátiles son «hijos» de la industria química que se añaden a disolventes, gasolinas y productos de limpieza y pueden acabar en los cauces de suministro de agua por vertidos ilegales o accidentales; también con la lluvia, al pasar fácilmente a estado gaseoso. Los herbicidas triazinas se sintetizan para luchar contra las malas hierbas que perturban los cultivos agrícolas.