El leonés de 94 años vacunado en Londres con la Astra Zeneca

El leonés Paco Robles llegó a Inglaterra por tres meses, cuando estaba a punto de cumplir los 11 años. Fue con la expedición de niños vascos evacuados al Reino Unido tras el bombardeo de Guernica durante la Guerra Civil, en la primavera de 1937. Aquellos tres meses han dado de sí una larga vida. Tiene 94 años y pronto cumplirá los 95.

La pandemia de covid es uno de los episodios más duros que le ha tocado vivir. «Pasé mejor tiempo en la guerra de Inglaterra que lo que estoy pasando ahora en el lockdown», comentaba Paco hace unos días en un encuentro intergeneracional de migrantes organizado por la Marea Granete de Brighton y Londres.

Robles reside en Northolt, en el distrito londinense de Ealing, desde hace más de medio siglo. Su hija Elena reside muy cerca, pero apenas se han podido ver en este tiempo debido al confinamiento. En diciembre, cuando se estrenó la vacuna de Pfizer-Biontech en el Reino Unido fue descartado del plan de vacunación por su alergia a la penicilina.

El pasado 2 de febrero fue vacunado con la primera dosis de la Astra Zeneca, pues el Reino Unido inició la vacunación masiva con esta vacuna a primeros de año. «No sentí nada, ni tuve reacción», asegura Robles, aquejado de una rotura en el codo que le está dando muchos dolores y no acaba de fraguar. Robles no pierde la ocasión para recordar que el National Health Service (Servicio Nacional de Salud) se ha deteriorado mucho y que mientras la población aplaudía a los sanitarios, el Gobierno de Jonhson «les quita derechos».

Por detrás de Reino Unido, Alemania, Suecia y Francia han incorporado en las últimas semanas a las personas mayores de 65 para la inmunización con la Astra Zeneca, la vacuna desarrollada en colaboración con la Universidad de Oxford. España, tras debatirlo la semana pasada en el Consejo Interterritorial de Salud, mantiene el corte de edad para menores de 55 años. La empresa Astra Zeneca es de capital anglo sueco, mientras que Pfizer-Biontech es norteamericana-germana y Moderna también tiene capital de Estados Unidos.

La vacuna contra el covid-19 ha sido un acontecimiento más en una vida llena de aventuras. Robles, pero recibir la segunda dosis no es garantía de que termine su encierro. «Conozco a muchos que ya están vacunados con las dos dosis y no pueden salir debido al lockdown, que el Gobierno dice que levantará en dos semanas», explica.

Este leonés nació casi a los pies de la Catedral de León el 11 de junio de 1925 y salió de la ciudad con poco más de dos años rumbo a Baracaldo, Vizcaya, donde su padre, Germiniano Robles, oriundo de Mansilla de las Mulas, fue a trabajar a los Altos Hornos. «Mi abuelo, al que conocían en Mansilla como Patapalo, quería que yo fuera cura. De eso me libré por venir aquí», cuenta. Cuando finalizó la Guerra Civil la mayoría de los niños y niñas evacuados volvieron a España. «Escribí a mi madre y me dijo: Quedaos ahí —su hermana también fue evacuada— Aquí las cosas están muy mal con tu padre en la cárcel y vais a ser una carga», recuerda.

En Inglaterra iban de colonia en colonia y también fue acogido por una familia, «que había perdido un hijo, pero solo me querían para trabajar». Durante la II Guerra Mundial trabajó en una fábrica de obuses y estaba al mando de los americanos. Se libró de los bombardeos y cuando terminó volvió a escribir a casa. La respuesta de su madre fue la misma. Luego se casó y solo regresó a España, a Mansilla de las Mulas, de vacaciones.

Ahora espera que el 23 de marzo se termine el lockdown y poder, por fin, reunirse con su familia. Las comidas de los domingos en casa de Elena y sus salidas al centro de mayores Miguel de Cervantes, los miércoles y sábados, le han hecho sufrir la soledad como nunca había imaginado.