innovando la tradición

Siguiendo la tradición que comenzó su padre allá por el año 1956, Antonio Martínez ha tratado de dar continuidad hasta la actualidad al legado de la empresa familiar Jamones Antonio Martínez. Ubicada en Astorga, primero en la calle de Manuel Gullón —donde empezaron la fabricación de jamones— y, desde hace ya varios años, en la Avenida Madrid-Coruña, 425, donde la fábrica se asienta actualmente.

Sin olvidarse de los jamones, esta empresa ha ido ampliando su espectro con el paso del tiempo y, ahora, centra especialmente su foco en la elaboración de cecina, tanto de forma tradicional como innovadora exportando a diferentes lugares del geografía española, así como a otros rincones del mundo.

Su distribución se enfoca principalmente a los sectores de la hostelería y restauración, motivo por el que según explica Antonio Martínez «hemos apostado cada vez más por la cecina al ser un producto típico de León».

Por eso, además de jamones, entre sus productos, que hacen las delicias de los paladares como pocos, se pueden encontrar la cecina más típica de León con diferentes opciones de compra, pero también destaca su apuesta por la cecina de wagyu.

Sobre esta última, Antonio Martínez explica que «es un tipo de cecina que tiene una infiltración de grasa mucho más acusada que la cecina de siempre y tiene un sabor más delicado y fino». Una apuesta por la innovación que asevera que está teniendo «muy buena aceptación» entre sus clientes y por lo que, visto su éxito, va a comenzar a probar suerte con la fabricación de cecina de black angus que «espero que también tenga una buena acogida entre la gente porque también tiene un sabor característico».

Asimismo, a raíz de la pandemia, todos los productos de Jamones Antonio Martínez se puede comprar a golpe de clic en la página web www.cecinasdeastorga.com.