Este sábado a las 10.37 horas
La primavera se prevé "cálida y seca" tras un invierno "cálido y húmedo"
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que la primavera que arranca este sábado a las 10.37 horas sea "cálida y seca" en Castilla y León, con un mes de junio que se espera "muy cálido y muy seco" que anticipará a principios de ese mes el inicio del verano a nivel meteorológico.
Así lo señaló el pasado jueves el jefe del Grupo de Predicción y
Vigilancia de la Delegación Territorial de la Aemet en la Comunidad, Jesús Gordaliza, quien ha explicado que tras el episodio invernal de este fin de semana, la próxima semana repuntarán las temperaturas, que seguirán siendo frías por las mañanas, con heladas incluidas, mientras que en la segunda mitad de la misma, coincidiendo con el inicio de la Semana Santa, se registrará un "subidón" de las máximas, que superarán los 15 grados, mientras que no esperan precipitaciones.
Por lo tanto, el fin de semana del Domingo de Ramos se espera que sea "agradable", mientras que la semana siguiente, ya propiamente la Semana de Pasión, se mantendrá esta tónica aunque con posibilidad de algunas tormentas, aunque las precipitaciones no serán generalizadas, y temperaturas "ligeramente superiores a lo normal".
En la segunda semana de abril, las temperaturas si situarán en valores normales para la época el año y no se esperan precipitaciones, como recalcó Gordaliza.
INVIERNO CALIDO Y HUMEDO
Este invierno ha sido, con carácter general, "cálido y húmedo" --el sexto invierno más cálido de lo que va de siglo--, a pesar de episodios de frío y nieve como 'Filomena' entre el 6 y el 10 de enero, con un diciembre que se ha ajustado a los parámetros normales del mes, un enero que ha presentado una "pequeña anomalía" de frío de 0,9 grados y normal en cuanto a precipitaciones, y un febrero que ha sido el mes más cálido del trimestre invernal, además de ser el quinto febrero más cálido desde 1961. También ha sido el más húmedo del trimestre, con casi el doble de precipitaciones de lo habitual.
Durante el invierno se registraron 40 días de helada sobre un promedio de 51, sin que prácticamente helara en febrero. El mes de enero fue el más extremo, con 1.241 avisos por lluvia, viento, frío, nieve o precipitaciones acumuladas, cuatro de ellos de nivel rojo.
La media de temperatura fue de 5,4 grados, lo que supuso una anomalía cálida de 0,8 grados. En este sentido, diciembre fue "normal", enero "frío" y febrero "muy cálido", con una anomalía de 2,5 grados sobre la media. La temperatura máxima del invierno se registró el 27 de febrero en Candeleda (Avila), con 23 grados, mientras que la mínima la registró Radona (Soria) el 11 de enero, cuando se alcanzaron 22 grados bajo cero.
En conjunto, el invierno tuvo un 133 por ciento de precipitaciones sobre lo habitual, con 166 litros por metro cuadrado de media sobre una expectativa de 125. Los días de precipitación apreciable fueron 41, con 14 por encima del promedio y siete de nieve. En realidad, diciembre y enero presentaron un déficit de precipitaciones, mientras que febrero sumó un superávit.
Así las cosas, el balance hidrológico desde el 1 de octubre, cuando comienza el año hidrológico, es un seis por ciento superior a la media en Castilla y León, mientras que en el conjunto de España los valores son "normales", como ha explicado Jesús Gordaliza, quien ha advertido, no obstante, que en el mes de marzo "prácticamente no ha llovido" ni se esperan lluvias en lo que resta de mes.