La apuesta por una agricultura sostenible

La Comunidad de Regantes del Páramo Bajo de León y Zamora contará en esta campaña de riego 2021 con toda su superficie modernizada. Algo más de 24.000 hectáreas. Todo un hito que la pone a la cabeza de España como una de las más extensas en contar con todos sus regadíos modernizados.

Pero el camino no ha sido fácil. Ha estado salpicado del altibajos. La historia se escribe recta sobre renglones torcidos. Aunque viene de años atrás, todo arranca en los primeros años del siglo XXI. Tras múltiples reuniones, charlas informativas y un trabajo incansable del entonces presidente de la Seiasa del Norte (dependiente del Gobierno de España), el leonés Graciliano Palomo, llegó el día D. Los 47 pueblos que componen la comunidad de regantes debían votar si daban el paso a la modernización, con todas las incertidumbres que conlleva el ser pionero en hacer frente a unas obras que traían aparejados unos costos importantes para los agricultores y unos prometidos beneficios que estaban por ver. Fue el 27 de marzo de 2005 cuando la urnas dictaron sentencia. 27 localidades dijeron sí a las obras, el 57%. Suficiente. La decisión fue ratificada un mes después, el 25 de abril, en asamblea general.

Como se había acordado, la modernización se llevaría a cabo en toda la comunidad de regantes, aunque hubiera que hacerla por fases, como así ha sucedido, por falta de consignación presupuestaria por parte de las administraciones para acometer de una vez una obra de tal envergadura. Administraciones como el Gobierno de España y la Junta de Castilla y León que, por otra parte, con sus más y sus menos, siempre han estado involucradas con la modernización.

Después vinieron los trámites pertinentes, la redacción de los proyectos, el inicio de las obras, su ejecución por sectores, roturas, demandas a las empresas, dificultades y alegrías, el inicio de la primera campaña de riego por presión... y finalmente, este 2021 en el que toda la comunidad, sus 24.000 hectáreas, podrán regar con riego modernizado.

No será fácil tampoco para los últimos sectores afectados por las obras ya que como recuerda el presidente de la entidad, Javier Alonso, en muchas parcelas no dará tiempo al amueblamiento. Las empresas de riegos trabajan a contrarreloj pero, previsiblemente no podrán llegar a todas las parcelas. La meteorología jugará un papel fundamental. Si hay muchas lluvias no les permitirá trabajar. Son circunstancias por las que han pasado todos los comuneros en uno u otro momento, el temido año de transición.

Acaban las obras de modernización, pero llegan problemas nuevos. La Comunidad de Regantes del Páramo de León y Zamora, como todas, está tremendamente preocupada por el aumento del coste de la energía eléctrica que se espera para el mes de junio y que algunos hablan de incrementos del 30% pero otros lo elevan hasta el 130%, casi nada. «Lo peor es que no sabemos cuál va a ser», asegura Alonso. Para paliar esta nueva realidad que todos saben que llegará, en la comunidad de regantes quieren seguir siendo pioneros y ya trabajan en la instalación de parques solares fotovoltaicos propios que sean capaces de generar energía para alimentar sus infraestructuras.

Es una nueva apuesta por la sostenibilidad, por el respeto al medio ambiente, por una agricultura del siglo XXI que permita hacer viables las explotaciones agrarias. Un paso más por ganar el futuro.