El valor de un servicio esencial en el Bajo Bierzo
La Edar de Villadepalos trata el agua de 78.046 habitantes con 43,5 kilómetros de colectores
‘El valor del agua’ es el lema que la Mancomunidad Municipal para el Tratamiento de las Aguas Residuales del Bajo Bierzo y Aqualia han adoptado para conmemorar el Día Mundial del Agua. Una fecha con la que quieren insistir en la concienciación sobre el cuidado de un recurso esencial desde un punto de vista ambiental, pero también social y cultural. «El reconocimiento de su valor natural se queda corto si pensamos en cómo el agua nos acompaña en nuestra vida cotidiana. Aquí es donde el valor del servicio entra en juego. Todo lo que se añade en cada uno de los procesos o fases del ciclo integral del agua: captación, potabilización, distribución, saneamiento, depuración, o atención al cliente», explicaron fuentes de la Mancomunidad.
La pandemia ha servicio para poner de manifiesto, una vez más, que los servicios urbanos son parte fundamental de la realidad y, en este sentido, los trabajadores encargados de la gestión del agua en el Bierzo Bajo han mantenido su función en primera línea y en base a un plan de contingencia que se ha ido actualizando en función de la evolución de la crisis sanitarias, de las necesidades internas, de las novedades legislativas, etcétera.
«El control de la calidad del agua de vertido siempre es un asunto esencial, pero en esta situación cobra aún más importancia. Desde el inicio del estado de alarma, los técnicos de los laboratorios tampoco han descansado. Han realizado decenas de determinaciones analíticas al agua para controlar su calidad», subrayaron los responsables del servicio y de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de Villadepalos que, como tal, «desempeña una función decisiva para conservar los recursos naturales».
En la Edar de Villadepalos se tratan las aguas residuales de la comarca del Bajo Bierzo, dando servicio a los municipios de Ponferrada, Cubillos del Sil, Camponaraya, Cacabelos y Carracedelo. Actualmente, trata el agua de una población de 78.046 habitantes, con un total de 43,5 kilómetros de colectores. El volumen de agua tratada al año es de 30 millones de metros cúbicos y de ello se encarga una plantilla de 16 trabajadores. En sus instalaciones se eliminan grasas, detergentes, residuos industriales y sustancias tóxicas para devolver al río el agua ya regenerada y en las mejores condiciones.
«El cambio climático es un reto global que amenaza el futuro de nuestro planeta y la Mancomunidad Municipal para el Tratamiento de las Aguas Residuales del Bajo Bierzo y Aqualia, son conscientes de que deben ser parte de la solución», expresaron fuentes de las mismas, subrayando el empleo de «la innovación y la tecnología para crear soluciones viables en eficiencia energética y en reducción de huella de carbono».