Diario de León

Buenas reservas con un incierto futuro

Un bien escaso que consigue cada vez más consideración de toda la sociedad. El agua es fundamental y se convierte en un factor decisivo de muchas cosas. La provincia de León es un lugar privilegiado pero no exento de riesgos

El embalse de Los Barrios de Luna es fundamental para los regadíos de la parte central de la provincia. RAMIRO

El embalse de Los Barrios de Luna es fundamental para los regadíos de la parte central de la provincia. RAMIRO

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León

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La gestión del agua es hoy un reto fundamental para la sociedad y para las instituciones. El cambio climático ha puesto de especial relieve la importancia de apostar por fórmulas de equilibrio, con consumos responsables, y con acciones de depuración que garanticen la limpieza de los cauces. En la provincia actúan tres confederaciones hidrográficas y también un buen número de mancomunidades que gestionan el agua. Y también colectivos de regantes que tienen quizá más claro que nadie la necesidad de que se aproveche bien hasta la última gota.

El invierno que ahora concluye ha sido positivo en precipitaciones y los principales embalses disponen de importantes niveles de almacenamiento de agua, lo que en principio supone un buen aval para el próximo verano, tanto para el campo como para los consumos domiciliarios.

En los últimos años los cambios en la gestión han sido notables. La implantación de depuradoras para evitar los vertidos de aguas sin tratar a los ríos han sido constantes. Y también la modernización de regadíos para extremar los aprovechamientos, evitando los usos de esta materia prima tan básica más allá de lo necesario.

En la provincia de León aún hay un buen número de pueblos con problemas de suministro. Sus traídas sufren conflictos de contaminación, lo que provoca que periódicamente tengan que suspender el uso en las casas de sus traídas para implantar fórmulas de distribución de botellas o con camiones cisterna que en ocasiones simplemente lo que hacen es llenar sus depósitos. Es quizá la cara más evidente de los desajustes heredados por una gestión deficiente del agua, como lo es también ese ingente trasvase de líquido que provoca la Variante de Pajares desde la provincia de León hacia el Principado de Asturias.

La incertidumbre llega desde el futuro. Las previsiones pasan por una disminución de las precipitaciones o incluso por una situación de descontrol, sin que se mantengan las pautas actuales que incluyen ciclos de mayor o menor intensidad. Por ello, hoy es el día para concienciarse todos.

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