"El futuro de nuestra especie es interplanetario"
Una leonesa en la carrera por ser astronauta
Laura González Llamazares tiene 26 años y aspira a una plaza en la Agencia Espacial Europea, que busca astronautas en una selección que se abre el 31 de marzo. Esta ingeniera aeroespacial medirá su capacidad con 12.000 candidatos que optan a una de las cuatro ó seis plazas que convoca la ESA, que quiere ampliar su plantilla de ingenieras. La Nasa tiene previsto enviar a la primera mujer a la Luna en 2024.
Dentro de tres días comienza la carrera espacial para Laura González Llamazares. Esta leonesa de 26 años, la misma edad que tenía Valentina Tereshokova, la primera mujer en ir al espacio en la década de los 60, se presenta a la primera convocatoria de la Agencia Espacial Europea (ESA) en once años para ampliar la plantilla de astronautas, un proceso de selección que sólo ha abierto en dos ocasiones anteriores. La ESA busca cuatro o seis astronautas, principalmente mujeres, un llamamiento al que se presentarán más de 12.000 personas. Aunque reconoce que las posibilidades reales de conseguir llegar a las últimas fases de la selección son muy bajas «creo que el proceso en sí merece la pena, que es un gran reto al que me presento con mucha ilusión y ganas».
Laura González se enfrentará a duros test técnicos, psicológicos y físicos para lograr el sueño de entrar en la ESA «pero hay que tener en cuenta que España no es de los países que más contribuyen económicamente a los presupuestos de la agencia, por lo que las posibilidades son aún más bajas».
Para acceder a un puesto de astronauta se le exige un máster en ciencia o ingeniería, algunos años de experiencia y dominio del inglés. En esta convocatoria, la ESA tiene interés en incorporar a más mujeres, ampliando la diversidad de género en su plantilla «por lo que es una gran oportunidad para nosotras», asegura Laura. «Históricamente, el porcentaje de mujeres astronautas ha sido muy bajo, entorno al 12 %, y en el caso de la ESA únicamente dos astronautas han sido mujeres. Esto es algo que pasa también en el campo de la ingeniería y lo tenemos que cambiar entre todos».
Pocas mujeres
«La ESA quiere incorporar a más mujeres porque sólo dos han tenido esa oportunidad»
Graduada en Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de León, con un año cursado en la Universidad de New South Wales en Sydney (Australia), colaboró con el laboratorio de fabricación digital en el Fab Lab León, donde fundó el Maker Club León, una asociación de estudiantes para hacer proyectos tecnológicos colaborativos como cohetes, drones y robótica. El proyecto fue Premio Innova Diario de León en 2018. Un año antes ganó la Beca Hispasar ‘Mujer Ingeniera’ con la que estudió el máster en Ingeniería Aeroespacial en la Universidad Carlos III de Madrid con un Trabajo Fin de Master en colaboración con Sener Aeroespacial. «Fue en el Fab Lab León donde descubrí mi pasión por la tecnología, la ingeniería y la fabricación. Me di cuenta de lo importante y gratificante que es la colaboración y el trabajo en equipo en la ingeniería».
En el último año de carrera en León, con un Trabajo Fin de Grado con una impresora 3D con doble extrusor, descubrió su pasión por el espacio. «Siempre me fascinó, pero entonces empecé a interesarme profesionalmente, con las primeras asignaturas sobre satélites».
Desde febrero de 2019 a diciembre de 2020 participó en varias misiones científicas de la Agencia Espacial Europea como becaria en el área de Ingeniería de Sistemas del Inta (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial). En 2019 cofundó Radian Systems, una start-up de análisis térmico para el espacio, de la que es directora comercial. Desde hace tres meses vive en el Reino Unido y compagina su labor en Radian Systems con su trabajo en Satellite Applications Catapult, una organización semigubernamental que tiene el objetivo de apoyar la innovación y el ecosistema emprendedor en el sector espacial.
Tecnología
«La empresa de la que soy cofundadora facilita el acceso al espacio a desarrolladores de satélites. Utilizamos tecnologías actuales para agilizar un aspecto crítico como es el estudio de un comportamiento térmico de un satélite al orbitar la Tierra, acortando un proceso de meses a pocos días». El desarrollo del software comenzó en 2017 y ya ha obtenido varios premios de emprendimiento en la Universidad Politécnica de Madrid y la de Valencia.
Por si no fuera suficiente, en su tiempo libre colabora con varias organizaciones sin ánimo de lucro. «Soy el contacto en España de Space Generation (SGAC), la asociación de estudiantes y jóvenes apasionados por el espacio a nivel mundial». También es miembro del Comité del Espacio del Instituto de Ingeniería de España y colabora con IEEE Entrepreneurshipo Innitiative y con The Mars Society España, además de participar en otras iniciativas para fomentar el talento Stem en las niñas como Stem Talent Girl e Inspiring Girls.
Carrera espacial
«Ahora no compiten la URSS y EE UU, hay empresas privadas que pueden enviar astronautas al espacio»
«El espacio es un sector apasionante, un reto en todos los sentidos e ingeniería a nivel extremo. Siempre me ha fascinado pero mentiría si dijera que desde pequeña he querido ser astronauta. Siempre he sido muy curiosa y entusiasta pero con intereses muy diversos, hasta pensé en estudiar algo como literatura o historia», asegura esta leonesa que defiende la tecnología espacial para mejorar la calidad de vida. «Utilizamos continuamente tecnología espacial que nos hace la vida más fácil, segura y eficiente, desde los sistemas de navegación por satélite (GPS, Galileo), satélites para comunicaciones y observación de la Tierra».
El espacial es un sector puntero. «En mí día a día tengo la suerte de trabajar con el ‘futuro’. Hay miles de personas, científicos, ingenieros trabajando muy duro en ideas que parecen ciencia ficción pero que son totalmente realizables, con inversiones potentes detrás que llegan a cambiar el mundo».
Una mujer en la luna
Laura González da mucha importancia a la colaboración. «El espacio tiene componente de colaboración muy fuerte entre personas de distintas disciplinas y nacionalidades, internacionalización y trabajo en equipo, es algo mágico, inspirador y motivante. Por estas razones y otras sé desde ya unos años que quiero dedicarme al sector espacial».
Un objetivo que persigue «para contribuir al desarrollo de la humanidad en este campo y ese está siendo el hilo conductor de mi carrera. Ser seleccionada y trabajar como astronauta sería el apego de mi trayectoria, la forma última de contribuir a la sociedad en la que vivimos a través de mi pasión, el espacio».
La tecnología evoluciona y ahora se vive una nueva carrera espacial «pero no son la URSS y EEUU compitiendo para llegar a la Luna, sino que hay empresas del sector privado con capacidad para mandar astronautas al espacio y cada vez surgen más iniciativas que están revolucionando el sector». Este momento «fascinante» de actividad espacial le lleva al convencimiento de que «el futuro de nuestra especie es interplanetario, y creo que será nuestra generación la que vea el comienzo de esos viajes. Me siento muy afortunada de estar viviendo este momento histórico y sería un sueño poder ser parte activa de ello, no sólo como ingeniera sino también como astronauta».
Las misiones que se plantean para los seleccionados serán a la Estación Espacial Internacional, un trabajo que se mantiene desde hace veinte años. «Pero próximamente será la Luna, tanto en asentamientos en superficie como en la plataforma lunar Gateway, una estación que orbitará y servirá como base a la Luna o Marte». La Nasa tiene previsto mandar a la primera mujer a la Luna en 2024 en el programa Artemis. «La Luna dará la oportunidad de probar conceptos, instrumentos y equipos que podrían utilizarse en Marte. Me encantaría poder realizar experimentos en estas misiones».