MESA SAGRADA PARA PICAR
Altar, bar restaurante. Esquina calle Plegaria con Platerías. Barrio Húmedo. Teléfono 987031028. Picoteo, menús y cocido leonés todos los días excepto en los meses de verano. Especialidad en productos de León y vinos DO León y Bierzo. Platos para llevar a casa. No se reserva mesa. En pandemia, cierra entre las 16.30 y las 19 horas todos los días menos sábados y domingos. Abre a las 12 del mediodía.
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Da a dos calles míticas de León. A Plegaria, donde el Viernes Santo de 1313 una reina leonesa, madre del Rey niño, rezó postrada en la calle una oración por la paz de León, y a Platerías, la rúa de un gremio vital en el Camino de Santiago, que atendía las demandas de los peregrinos con un material que exigía un gran adiestramiento. Enfrente, una iglesia que tiene dos devociones, la de San Martín y la del Cristo de Fuera. En esa esquina prodigiosa de la ciudad más antigua y auténtica no podía llamarse de otra manera, Altar, donde se devocionan los productos de León y se sirve con veneración los mejores vinos de la DO León y Bierzo.
Y habría poco más que decir si no fuera porque, además, cada día del año se puede comer cocido leonés, una delicia para templar los fríos que se instalan en estómagos y almas en el a veces tan largo invierno de esta tierra. Queda en vigilia este mítico plato durante los meses de verano, por el calor y para hacer boca y volver a celebrar la mesa.
Así que la carta de Altar, que regenta desde hace 13 años Martín Méndez Prieto —«y que dure», dice— se llena de joyas gastronómicas que han dado durante siglos nombre y renombre a León: chorizo, cecina, callos, embutidos, quesos, puerros de Sahagún, pimientos del Bierzo, tomate de Mansilla... y otros productos de mar para esta tierra adentro que gusta de abrigar con gabardina a las gambas o ponerlas a saltar al ajillo, sazonar el pulpo a la gallega con pimentón del terruño, degustar, por ejemplo, zamburiñas o hacer un buen revuelto con todo.
En pandemia, platos para llevar a casa y nada mejor que su terraza, con vistas a un templo que es parroquia del barrio y está allí desde el siglo X. Altar, en una calle de tanto paso en donde conviene pararse para disfrutar de las cosas buenas que ofrece la vida.