cartas al director
c Los hijos de Josefina García López escriben una carta de gratitud por la atención recibida: «Ante el reciente fallecimiento de nuestra madre, queremos hacer llegara nuestro agradecimiento a todos los profesionales de la residencia Domus VI Virgen del Camino por todos los cuidados que recibió. En estos tiempos tan difíciles para las despedidas es justo reconocer el cariño y la humanidad con que ha sido tratada por médicas, enfermeras, auxiliares y el resto del personal. También la comprensión y las facilidades con las que nos han ayudado a afrontar estos días tan tristes. Realmente pensamos que todos estamos en deuda con los que realizan el inestimable trabajo de cuidar de nuestros mayores».
c Bea Ortega muestra su ‘Admiración total: «Pues sí, eso es lo que siento, admiración y gratitud. Por todo el personal sanitario, de limpieza, de la educación, de la hostelería, del sector servicios. Por todos los autónomos, por todos los sectores y por tod@s l@s luchador@s que cada día, aportando su granito de arena, hacen que este mundo sea un poco mejor. ¡Sin vosotr@s esto no sería posible! Gracias a tod@s por vuestro esfuerzo, vuestra lucha y dedicación».
c La Familia Pablos Alonso da las ‘Gracias al Servicio de Nefrología de León’: «Quisiéramos hacer público nuestro reconocimiento al Servicio de NefrologÍa y en especial al doctor Mario Prieto, que durante muchos años cuidó y atendió con mimo a nuestra madre Mª Teresa Alonso Mella. Gracias a él, nuestra madre vivió muchos años por seguir escrupulosamente sus consejos médicos y sus herramientas para frenar la enfermedad, pero también por su exquisita calma, su sonrisa permanente, su escucha activa y sus respetuosas atenciones. Creemos necesario reconocer la valía de nuestros buenos Profesionales como él. Gracias, gracias, gracias».
c Santiago Abad escribe de la ‘Vacunación francamente mejorable’: «Esto de la vacunación tiene toda la pinta de ser un desmadre y una desorganización por doquier. El día 13 estaban citados en el Palacio de Congresos y Exposiciones de León los nacidos en 1955-56-57 y 58, pero con un matiz, los del 55 ¡que no hubieran cumplido los 66 años!, como bien nos recordaba el encargado de controlar la entrada al único recinto de vacunación en León, que cubre la capital y toda la provincia, excepto El Bierzo. Ese es el primer despropósito, una provincia de las de mayor extensión de España, cuenta con solo dos lugares para vacunarse, lo que provoca innumerables desplazamientos de personas para vacunarse desde largas distancias, y, cuando llegan, colas kilométricas para acceder al vacunódromo. El segundo: solo se vacuna de 9 a 14 horas, así que el que viene desde Oseja de Sajambre, 130 km, o Maraña, 106 km, o tantos otros pueblines de la montaña, aparte de las dos horas para llegar, igual se traga otras dos de cola y luego les esperan otras dos de viaje para volver. Mínimo cuatro o cinco horas para un trámite de 15 minutos, y sin ninguna facilidad de poder elegir horario. Fabulosa organización pensada evidentemente para la comodidad del contribuyente. Pues bien, el abajo firmante, nacido en 1955, pero con los 66 cumplidos hace dos meses, habiendo visto las supercolas del día 12, tuvo a bien acercarse el 13 a ver como iba la cosa. Eran ya las doce y pico de mediodía, y en contraste con la víspera, no había ni media docena de personas en la cola, que enseguida fueron atendidas y se quedó el controlista solo en la puerta. Y aquí viene el tercer dislate. Vista la falta de ‘clientes’, a mí, como a varias otras personas que se acercaron, se nos ocurrió preguntar que, si sobraban vacunas, (que es que era lógico que sobraban), ¿por qué no se nos vacunaba también? Éramos del 55, y solamente por la cosa de haber cumplido ya los 66 no veíamos justificado el no vacunarnos, cuando, repito, ni había otros aspirantes y sobraban vacunas. Pues no. No se podía. El motivo: ‘No dejaba el ordenador’. Tócate las narices, Manolito. He trabajado con ordenadores desde los años 80 y nunca he visto que un ordenador haga algo por su cuenta si alguien humano no lo ha programado o dado las correctas instrucciones antes. No es que no dejara el ordenador, es que a algún lumbreras no se le ocurrió prever que si un día sobraban vacunas, se pudieran aprovechar por otras personas diferentes a las de la franja de edad tan férreamente seleccionadas para ese día. Y la guinda. Estando en éstas con el controlista, llega otro, supongo, funcionario de la sanidad, con otra nevera portátil. ¿Qué traes?, pregunta el controlista. Mas vacunas, contesta el de la nevera. ¡Más vacunas! ¡Que no falten vacunas! Exclama el del control. ¿Y de cuál son?, inquiere. De la Moderna, responde el transportista. Pues ¡hala, mételas para dentro! O sea, que ya sobraban vacunas, encima traen más… y no se puede vacunar a nadie con más de 65 años, ni aunque fuera con 66 y un minuto. Si alguien lo entiende, que lo explique, por favor. No sé quien será el responsable (léase culpable) de esta planificación. Según la web de la Junta( https://www.saludcastillayleon.es/es/covid-19-poblacion/vacunacion-covid/lugares-vacunacion/leon) no hay ni más lugares ni más horarios para vacunarse, y encima, pudiendo vacunar a más gente, ‘el ordenador no deja’. De vergüenza».
¿Cree que se cumplirá el objetivo de tener al 70% de la población española vacunada antes que concluya el verano?
SÍ 30%
NO 70%
Considera aceptable que el alcalde de Chozas de Abajo siga en el cargo tras su vacunación irregular contra el covid?