Cambia el perfil
El covid resiste en León en pacientes jóvenes no vacunados
Las vacunas cambian el perfil de los pacientes que llegan al Hospital de León. La consulta de Neumología de seguimiento a los pacientes con secuelas por el coronavirus vigila cada vez más a personas que tienen entre 55 y 75 años y que todavía no han recibido ninguna dosis de la vacuna.
Las restricciones y la vacuna parecen contener el temido estallido de la cuarta ola en León, que con incrementos puntuales de positivos como los 50 que la Junta de Castilla y León comunicó ayer, no parece, de momento, que tenga mayor repercusión en la presión hospitalaria. Si en las tres olas anteriores las unidades de cuidados intensivos se llenaron de personas mayores de 80 años, en esta hasta ahora contenida cuarta ola ingresan y siguen con controles tras recibir el alta hospitalaria personas más jóvenes con edades comprendidas entre los 55 y los 75 años. Así lo destaca la jefa del servicio de Neumología del Hospital de León, Elena Bollo, que pide a la población que sea consciente del riesgo del virus hasta que la población no alcance los máximos porcentajes de vacunación.
«Ahora vemos a muchos pacientes jóvenes, con edades entre 55 y 75 años, que no han recibido todavía ninguna dosis de la vacuna. Cada vez ingresan menos pacientes que estén vacunados», explica la especialista.
Las estadísticas de la Junta confirman esta tendencia, con un mayor porcentaje de personas con coronavirus que tienen entre los 40 y los 59 años.
La neumóloga Elena Bollo, especializada de excelencia por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), está al frente de la consulta interdisciplinar del Hospital de León para el seguimiento a los pacientes infectados por la covid-19. En estos primeros diez meses de funcionamiento, los peores, hasta ahora, de la pandemia, han pasado por el servicio 350 pacientes, un 70% hombres y un 40% mujeres, de los que 50 siguen con controles de seguimiento. El 70% de los pacientes atendidos en esta consulta son personas que han estado ingresados con neumonías graves y el otro 30% son derivados de las consultas de Atención Primaria porque tienen síntomas persistentes. «Hay un protocolo establecido con Atención Primaria y las Sociedades Científicas para el seguimiento de los pacientes ingresados por covid que han necesitado soporte respiratorio, pero no todos llegan a esta consulta porque hay más enfermos que están controlados por el equipo Medicina Interna».
Otras enfermedades
Las pruebas radiológicas detectan enfermedades pulmonares no covid sin un diagnóstico previo
Después de trece meses de pandemia y cuatro olas, la especialista en Neumología constata que en tercio de los pacientes que están en seguimiento desaparecen las secuelas de la enfermedad a las ocho o diez semanas y a otro 10% le quedan síntomas persistentes que no sólo afectan a los pulmones sino que comprometen otros órganos. Los más habituales son sensación de falta de aire, tos, dolor articular y muscular, dolor de cabeza, pérdida de memoria, caída del cabello y pérdida de olfato, entre otros.
Detectar secuelas
El objetivo de la consulta hospitalaria es detectar secuelas graves que deja el coronavirus tras infectar a un paciente y provocarle una neumonía. Las pruebas radiológicas buscan fibrosis pulmonares y trombos, coágulos que desarrollan el 10% de los pacientes. «Una tercera parte de los pacientes que tenemos en seguimiento tienen como secuelas fibrosis pulmonares, pero hemos detectado que esas cicatrices que deja el coronavirus no deja secuelas», segura la especialista.
Además del control de las secuelas del virus, las pruebas diagnósticas en pacientes con covid han tenido otra utilidad sanitaria. A un tercio de los que están en consulta se les ha detectado una enfermedad pulmonar latente no diagnosticada. «El coronavirus ha servido para que diagnostiquemos enfermedades pulmonares que estaban ocultas, una enfermedad respiratoria previa», como la sarcoidosis, una enfermedad que se manifiesta por el crecimiento y acumulación de células inflamatorias, de la que no existe cura.
Para los enfermos covid como para el resto de pacientes neumológicos, la rehabilitación temprana forma parte del tratamiento para mejorar de los problemas respiratorios. «Es importante empezar en la UCI o si están en la planta de hospitalización e inmediatamente después del alta», asegura Elena Bollo.
El tiempo es importante tanto para el diagnóstico como para la rehabilitación. «Procuramos hacer todas las pruebas y pasar la consulta el mismo día o como mucho al día siguiente para detectar cuanto antes las complicaciones». A un 85 % de los pacientes se les da el alta ese mismo día al no encontrar secuelas graves, y al resto se les hace un seguimiento más exhaustivo al localizarse una embolia pulmonar o una enfermedad pulmonar intersticial. «Como apuntaba antes, en la primera y segunda ola vimos mucha gente mayor, pero ahora llegan cada vez pacientes más jóvenes que no han recibido todavía la vacuna».
En la provincia de León tienen la vacunación completa 51.080 personas. El 87% de los inmunizados tienen más de 89 años, otro 57 % entre 80 y 89 años; un 5 % entre 70 y 79 años; un 4 % entre 60 y 69; un 7 % entre 56 y 59 años; otro 7% entre 45 y 55; el 5,5 % entre 35 y 44 años y el mismo porcentaje para los que tienen entre 25 y 44 años.
Certificado covid
El certificado comunitario de vacunación enfrenta esta semana la última fase previa a que las instituciones europeas se sumerjan en su negociación, que llega mientras la Unión Europea (UE) confirma sus apuestas en las vacunas con un importante espaldarazo a Pfizer y un alejamiento cada vez mayor de Astra Zeneca.
Los datos más recientes del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades apuntan a que al menos un 23,7 % de los adultos europeos ha recibido ya una dosis de la vacuna contra el coronavirus y un 8,7 % tiene ya la pauta completa, cifras que pueden invitar al optimismo después de un año de pandemia, Bruselas quiere que el certificado de vacunación que Bruselas esté en funcionamiento en junio.
La propuesta para este documento entra ahora en su última semana antes de que comiencen las negociaciones para darle forma y poner límites a su uso de manera coordinada.