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El sector no tira en el Bierzo sin grandes obras

La comarca sigue esperando el inicio de la A-76 para recuperar actividad; las pocas obras son de desmantelamientos de térmicas

Renovado acceso a la Fuente del Azufre. L. DE LA MATA

Ponferrada

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El sector de la construcción no es lo que fue en la comarca del Bierzo, que espera desde hace años el impulso de alguna gran obra para recuperar el terreno perdido. La más importante, el proyecto de la autovía desde Ponferrada a Orense, que supondría un gran balón de oxígeno para la maltrecha economía de la comarca tras el fin del carbón. Como paradoja, algunas de las actuaciones más importantes que se ejecutan en la geografía berciana tienen que ver con el desmantelamiento de las térmicas de Anllares y Compostilla.

La futura autovía A-76 sigue planteando muchas dudas medioambientales, no tanto en la zona del Bierzo como en su trazado gallego, lo que ha dado pie a grupos ecologistas para redoblar su presión ante el Gobierno de Pedro Sánchez para que no se haga.

El proyecto de la autovía A-76 ha cumplido ya dos años desde su última noticia ministerial pese a ser un clamor en el Bierzo. La incertidumbre rodea más aún el proyecto después de que el rebautizado Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana haya reconocido que le puede afectar la crisis del Covid-19 y el desvío de fondos a otras necesidades. Lo último fue, antes de la pandemia, la aprobación del expediente de información pública y definitiva del tramo del tramo Villamartín de la Abadía-Requejo en la provincia de León, con un presupuesto de obra estimado de 101,6 millones de euros. Este tramo consiste en la conversión en autovía del tramo actual de la N-120, con un trazado de 6,2 kilómetros que discurre a través de los términos municipales de Carracedelo, Toral de los Vados, Corullón y Sobrado.

A lo largo del trazado se dispone un tercer enlace intermedio, de acceso a Toral de los Vados y al Polígono Industrial del Bierzo. Contempla la ejecución de 7 viaductos, 7 pasos superiores, 12 pasos inferiores y 11 muros, entre otros elementos. A destacar entre los más singulares, el enlace entre las autovías A-6 y A-76. De momento, todo sobre el papel.

En Galicia los empresarios y la oposición al Gobierno de Pedro Sánchez también exigen su puesta en marcha pero en los vigentes Presupuestos Generales del Estado apenas aparece -para el tramo berciano y otros dos ya en Galicia- 100.000 euros, lo que no hace albergar muchas esperanzas.

La infraestructura más importante que se ejecuta en el Bierzo, a punto ya de finalizarse, es el nuevo centro de salud de Bembibre después de retomar los trabajos con otra empresa adjudicataria.

El Consejo de Gobierno del 19 de julio de 2018 aprobó el nuevo contrato con un presupuesto de 4.063.179 euros y un plazo de ejecución inicialmente previsto de 18 meses, que se ha ido demorando por los efectos de la pandemia.

El nuevo centro de salud de Bembibre se asienta en una parcela de algo más de 5.400 metros cuadrados, en la que se levanta un edificio de dos plantas, con una superficie total construida de 2.934,34 metros cuadrados, casi un 50% más que las dependencias actuales.

El plan funcional diseñado por Sacyl prevé que esta infraestructura de Atención Primaria se estructure a través de ocho consultas de Medicina General, diez de Enfermería y una polivalente; seis consultas polivalentes de especialidades; dos salas de técnicas, curas e intervenciones menores; un consulta de Pediatría y una de Enfermería pediátrica; unidad de psico profilaxis obstétrica, con sala de usos múltiples y consulta de matrona; sala de extracción de muestras y laboratorio; zona de apoyo administrativo, archivos y despacho del trabajador social; biblioteca, aula de docencia y área de coordinación; unidad de radiodiagnóstico; unidad de rehabilitación, con sala de cinesiterapia y consultas de rehabilitador y de fisioterapeuta; y unidad de salud bucodental, con sendas consultas de odontología y de higienista dental, según detalló la Junta en su presentación. Además, contará con un área destinada a la atención continuada, en la que se ubicarán cuatro consultas, una sala polivalente de emergencias, sala de observación, sala de curas y zona de estar, con oficio y cinco dormitorios.

El sector apenas sobrevive con obras de rehabilitación urbana y los proyectos ligados a los ayuntamientos, el Consejo, la Diputación o la Junta, pero casi ninguno sobrepasa los 500.000 euros, salvo alguna de la Confederación Miño-Sil, como la mejora del acceso a la Fuente del Azufre.

En el ámbito privado, en Ponferrada destaca la construcción de tres nuevos edificios en el barrio de La Rosaleda, que sigue siendo el más atractivo a la hora de comprar un piso en la capital berciana.

Obras que también serían importantes como la recuperación de la zona del antiguo Carrefour, que conectaría esta zona con la Ponferrada de la Puebla Norte está pendiente de definición. Por un lado, como consecuencia de que la Junta ha decidido no hacer allí el Centro de Especialidades y, por otro lado, por los problemas del Ayuntamiento para su planificación urbanística.

En resumen, el Bierzo no es ahora mismo una locomotora en el sector de la construcción; más bien un vagón de cola donde los proyectos pasan de largo.

Otras reivindicaciones como la autovía Ponferrada-La Espina, para una mejor conexión con Asturias, no están ni en los planes ministeriales.

En materia ferroviaria, que está suponiendo un gran empuje económico en Galicia, la mejora del trazado del Manzanal ha entrado en vía muerta, por las mismas vías que se diseñó a finales del siglo XIX. En el mes de septiembre de 1881 concluyó una de las obras más importantes de la ingeniería de la época. Aunque entre Brañuelas y Torre del Bierzo hay 11 kilómetros en línea recta, la diferencia de altitud —300 metros— hizo necesaria la construcción de 21 kilómetros de vía serpenteando la bajada a la comarca. A la decisión de llevar la alta velocidad por Zamora hasta Orense se une la falta de apoyos políticos —de todos los colores— para, al menos, afrontar una solución a ese ‘lazo del Manzanal’ para un tren del siglo XXI.