El panorama nacional
Las muertes caen a la décima parte por efecto de las vacunas
El último informe del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) era esperado con especial impaciencia en el Ministerio de Sanidad. Y cuando esta semana llegó a las manos de los responsables del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) estalló una emoción contenida desde hace meses. Ahora sí, las estadísticas del Centro Nacional de Epidemiología constatan que la mortalidad durante este mes de mayo ha entrado en una caída en picado sin precedentes en la pandemia gracias al efecto de las vacunas. Ni en los mejores momentos del pasado verano, cuando el confinamiento total de primavera provocó un radical descenso de los contagios, España había conseguido bajar a unas cotas tan bajas de mortalidad.
Los datos del último periodo de vigilancia, de entre el 3 y el 22 de mayo, revelan que el exceso de mortalidad actual se ha reducido a casi la décima parte con respecto a los picos máximos vividos durante la primera ola. En la actualidad el exceso de mortalidad está en un 6,7% cuando entre el 10 de marzo y el 9 de mayo del pasado año, en los momentos más duros de la primera oleada, fue del un 65,2%.
De acuerdo con los últimos estudios ya asentados del Instituto Carlos III, en España, durante las primeras jornadas de este mes de mayo, murieron una medida diaria de 78,2 personas por encima de las cifras que se debieran esperar en comparación con la serie histórica. Un exceso de mortalidad que todos los expertos vinculan exclusivamente con la pandemia, ya que España no se enfrenta a otras calamidades. La media diaria entre marzo y mayo del 2020 se situó en 772,2 fallecidos.
Aun más esperanzadores que estos datos -explican en el CCAES- es la evolución a corto plazo. Y es que España ha reducido desde mediados de febrero (fin de la tercera ola) la mortalidad a la cuarta parte pasando de una media de fallecidos al día de 304,8 a esos 78,2 de mayo. No obstante, según Sanidad, es probable que la reducción en el momento actual sea todavía mayor que la que muestran las estadísticas asentadas, ya que la pandemia este mayo (al menos hasta el pasado viernes, últimas cifras nacionales disponibles) se había llevado la vida de 1.612 personas, una media 'provisional' de 57,5 decesos diarios. Y bajando, porque en las últimas tres jornadas los fallecidos reportados estuvieron por debajo de esa media ( 54 el miércoles, 33 el jueves y 17 el viernes).
Menos de 2.000 Sin ningún género de dudas, España, cuando este lunes se cierren las estadísticas de mayo, bajará de los 2.000 fallecidos al mes, un hito que no había conseguido desde agosto, si bien entonces las cifras de Sanidad no eran tan fiables como en la actualidad y durante semanas los datos sobre óbitos no fueron registrados a la espera de revisar unas tablas de mortalidad que, en lo que se refiere a la fiabilidad durante la primera ola, siguen puestas en cuestión.
Las estadísticas actuales del CCAES (mucho más certeras que las de hace un año) confirman que la llegada de las vacunas a finales de diciembre no tuvo un efecto inmediato en la mortalidad y que la verdadera caída comenzó solo en marzo, tras los picos de fallecidos que se registraron en enero (7.241 óbitos) y febrero (10.061 decesos) a cuenta de la tercera ola desatada tras las vacaciones de navidad. Una penúltima embestida del virus que dejó jornadas como las del martes 9 de febrero con 766 muertos en tan solo 24 horas.
En marzo, con el fin de la vacunación de los grupos más vulnerables, sobre todo en las residencias, la mortalidad cayó un 42%, pasando de los 10.061 de óbitos de febrero a 5.850 del siguiente mes. En abril se registraron 2.675 fallecidos por la covid, un 55% menos que en marzo.
Y este mayo, con una cifra provisional de 1.612, la caída se aproximaría a un 40% con respecto a abril.
El último informe MoMo, a pesar del optimismo provocado por la llegada masiva de vacunas, también revela datos inquietantes. La inmunidad está protegiendo a los más mayores, pero aun así en las primeras tres semanas de mayo ha habido en España 983 personas fallecidas por encima de los 74 años que no debían haber muerto en comparación con la serie histórica y que probablemente hayan fallecido por efecto de la covid a pesar de que este grupo etario estaría prácticamente inmunizado con las dos dosis.
Pero el grupo con mayor exceso de mortalidad no son los más mayores.
La falta de inmunidad completa está afectando más al grupo etario de entre 65 y 74 años con un exceso de mortalidad del 13,8%, muy por encima del de los más ancianos (un 6,2%), del de los menores de 65 años (un 4,4%) y de la media nacional que sitúa en ese 6,7% ya referido.