San Marcos salda las deudas con los presos que acogió como cárcel

Paradores de Turismo ha homenajeado este martes a los casi 21.000 presos franquistas que fueron encerrados durante la Guerra Civil en el actual Hostal de San Marcos, de León, con la intención de "saldar deudas" con la historia del emblemático establecimiento de la red, y lo ha hecho en la figura de Josep Sala, quien, a sus 102 años, es el último prisionero superviviente.

Así lo ha destacado el periodista e historiador Carlos Hernández, especialista en los campos de concentración del franquismo, quien ha valorado que de esta forma Paradores propicie un acto de "normalidad democrática".

"En San Marcos se exterminó de forma selectiva, se torturó y se castigó a miles de personas todas ellas sin haber sido sometidas a juicio", ha recalcado Hernández, quien ha subrayado la importancia de que con este homenaje la democracia "corrija una página de la historia de España muy desconocida fuera de León".

 

Rodríguez Zapatero y García Montero

Además del último superviviente del campo de concentración que fue San Marcos, como lo definían los propios documentos franquistas, al acto han asistido el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero; el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; el premio Cervantes Antonio Gamoneda; y el alcalde de León, José Antonio Diez, entre otras autoridades y personalidades.

"Emocionado" y "agradecido", Sala ha cerrado el acto con unas breves palabras en las que ha subrayado que "una guerra civil es lo peor que le puede pasar a un país".

El último superviviente del campo de concentración de San Marcos, que era sanitario y no pegó "ni un tiro en el frente", fue hecho prisionero en la batalla de Cataluña poco después de cumplir 19 años en septiembre de 1938.

Tras pasar cuatro meses preso en San Marcos, como otros miles de prisioneros del bando republicano, fue obligado a enrolarse en las filas del ejército franquista y destinado a La Coruña antes de pasar cuatro años en África antes de que lo licenciaran en 1944.

Sin rencor y mirando al futuro

"Sin rencor" y "mirando al futuro", este centenario que "come cada día con una cerveza y celebra las victorias del Barcelona tomándose otra", según ha explicado a Efe su hija, ha pedido "cordura" y "sensatez" a quienes gobiernan el país además de instarles a hacer de la "concordia" la base de su acción política.

Zapatero, que ha participado en el acto "en calidad de familiar de uno de los presos", ha recordado que su abuelo pasó "unos días San Marcos antes de ser fusilado a los 43 años".

En expresidente del Gobierno ha remarcado que con actos como éste se avanza en la normalidad democrática y ha recordado un poema de Gamoneda en el que afirma que "una patria es un país con justicia".

"Pues bien, queremos hacer una patria, una patria definitiva y para ello necesitamos la justicia de la memoria, no fragmentos, una narración completa que aún costará generaciones construir", ha proclamado Zapatero.

También ha intervenido Luis García Montero, quien ha agradecido la invitación a participar en un acto en el que le hacía "mucha ilusión estar" en un recinto que "afortunadamente" ha pasado de ser escenario de "represión y violencia" a ejemplo de "hospitalidad".

Ha destacado la necesidad e importancia de reparar a las víctimas y ha parafraseado el famoso verso de Luis Cernuda "Recuérdalo tú y recuérdalo a otros" de su poema "1936", para incidir en la necesidad de "seguir construyendo una democracia basada en la justicia".

El viejo monasterio

La de cárcel ha sido una de las muchas facetas del emblemático edificio que en 1515, sobre un viejo monasterio medieval, se comenzó a construir, por orden del rey regente, Fernando el Católico.

Se trata de un edificio con una larga historia, primero como hospedería de la Orden de Santiago y, después, tras la desamortización impulsada por el ministro Juan Álvarez Mendizábal, en 1835, como edificio con uso militar, donde, sin embargo, antes estuvo preso Francisco de Quevedo entre 1639 y 1643.

El conjunto que hoy se conoce como parador de San Marcos surge como hospedería de la Orden de Santiago, ya que León en aquel momento era uno de los puntos "fundamentales" del Camino de Santiago, con la construcción de la iglesia, de estilo gótico "deformado, no en el sentido negativo, sino en sentido arquitectónico".

San Marcos también ha sido Instituto de Segunda Enseñanza, Casa de Misioneros, escuela de Veterinaria, hospital penitenciario, cuadra de sementales, casa de los Padres Escolapios, Oficina del Estado Mayor del Séptimo Cuerpo del Ejército, cuartel de Caballería, sede de la Diputación, Diócesis y Ministerio de Guerra.

Ya en la década de los sesenta del pasado siglo, el ministro Manuel Fraga Iribarne, de origen gallego pero casado con una leonesa, Carmen Estévez Eguiagaray, convirtió la sede gubernamental de San Marcos en Parador de Turismo.