Los españoles, entre los más timados con falsificaciones
Crece la ola de estafados: ojo con los medicamentos en la red
Antes de lanzarse a comprar chollos por internet tome precauciones y compruebe la seguridad y la seriedad del punto de venta. España es uno de los países europeos en los que sus habitantes admiten en una mayor proporción haber sido engañados a la hora de adquirir productos, que al final resultaron ser falsificaciones más o menos burdas, según el estudio realizado por la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE (Euipo).
Los españoles están en la parte alta de la lista de timados. Han sido engañados en alguna ocasión con una copia o un sucedáneo uno de cada ocho compradores, el 12%, según su propia confesión. Se trata de un 33% más de embaucados que la media de los países europeos, que se sitúa sobre el 9%.
El club comunitario tiene a Bulgaria, Rumanía o Hungría en la cúspide del ranking de consumidores timados, con entre el 15% y el 19% de compradores a los que les han dado en más de una ocasión gato por liebre, y a suecos y daneses entre los europeos más cuidadosos a la hora de asegurarse de que lo que compran es auténtico, con solo entre un 2% y un 3% de clientes engañados.
Crecen los estafados
El organismo de vigilancia y control continental indica que la ola de compradores estafados ha crecido de forma considerable en los últimos meses, ya que la pandemia, con sus confinamientos y las restricciones de movimientos, ha disparado el uso de internet y las adquisiciones electrónicas han crecido más de un 70% en los países de la UE.
Hasta uno de cada tres compradores admite que se ha preguntado en más de una ocasión si le estarían timando. Y no les faltan motivos para ello. Un análisis conjunto de Euipo y los expertos de la OCDE, la organización de los países más desarrollados, estima que los productos falsificados que entran cada año a los mercados europeos tienen un valor de 121.000 millones de euros, pues suponen hasta el 6,8% de todas las importaciones.
El abanico del plagio El abanico de los timos potenciales es enorme. La falsificación de productos abarca desde los cosméticos y los juguetes al vino y toda clase de bebidas alcohólicas, por supuesto a toda la enorme gama de manufacturas electrónicas y de prendas de vestir y complementos, pero también a otros mercados tan concretos como el de las sustancias plaguicidas.
Medicamentos
Los responsables comunitarios avisan que, con la pandemia, uno de los sectores donde más han aumentado las falsificaciones es en la venta electrónica de medicamentos, sobre todo de antibióticos y analgésicos, y de otros materiales de gran demanda, como los famosos EPI (equipos de protección personal) y las mascarillas. Lo que en su informe insisten en subrayar es que nadie adquiera nunca dosis de vacunas anticovid por internet, pues con toda seguridad son un timo, pues los laboratorios productores venden directamente a gobiernos e instituciones.
Las falsificaciones de productos, además de provocar pérdidas financieras a las casas pirateadas, son un factor de riesgo para el consumidor, porque tienen mayores posibilidades de fallos de seguridad y de daños para la salud, en concreto por la exposición, en algunos casos, a sustancias químicas peligrosas. Las pérdidas para sectores como el de la televisión de pago, que incluye el acceso a eventos deportivos, están calculados en unos 1.000 millones de euros anuales, pero el plagio no solo daña a las grandes empresas, pues hasta una de cada cuatro pymes españolas asegura sufrir pérdidas por falsificaciones o pirateo.
Delincuencia organizada
El otro factor preocupante del negocio de la falsificación, destaca la Euipo, es que muchos de sus impulsores, de los que se lucran engañando e incluso enfermando a consumidores, están conectados a grupos de delincuencia organizada. Christian Archambeau, director ejecutivo de la oficina europea de control, asegura que "cada vez hay más pruebas que demuestran la existencia de vínculos entre la falsificación y la piratería y delitos como el tráfico de drogas y de personas, la ciberdelincuencia o el fraude". "Es el motivo de que la UE lo haya incluido como una de las diez prioridades en la lucha contra la delincuencia organizada", aclaró.
Cinco precauciones La Oficina de Propiedad Intelectual de la UE hace cinco recomendaciones y un aviso para que el comprador ponga más difícil su negocio a los timadores de la red. El primer consejo es que se visiten siempre sitios de confianza.
El segundo, muy concreto, es que se compruebe en la barra del navegador que la dirección de la web de compra tenga de inicio http, pero seguido de una 's' (https), porque es una garantía de seguridad. El tercero, es que se mire que las valoraciones de clientes son recientes y auténticas.
El cuarto, es que se utilice siempre webs que usen un método de pago seguro. Y el quinto, que se presta atención a lo sospechoso: "Si el precio es demasiado bueno, desconfíe", recomiendan. La advertencia es muy clara: "Recuerden que las vacunas auténticas contra la covid-19 no se venden en línea".