cartas al director
c Miguel Ángel Loma Pérez escribe de los ‘Indultos progresistas ‘: «En tiempos no tan lejanos, una de las primeras cosas que aprendíamos en las escuelas era el catecismo de la doctrina cristiana. El sacramento de la penitencia, por el que Dios perdonaba nuestros pecados a través del sacerdote, requería de cinco requisitos ineludibles: examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de enmienda, decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia.
Más tarde, el laicismo liberador nos iría implantando el nuevo y vigente catecismo progresista, donde al respecto se nos aclara que todo eso de la culpa, el pecado y el perdón eran zarandajas, secuelas de un sentimiento judeocristiano felizmente superado...
En la política, algo que recuerda lejanamente todo aquello es la facultad de indulto que tiene el Gobierno de perdonar el cumplimiento de las penas impuestas por los jueces. Lejanamente, porque tratándose de un Gobierno progresista como el nuestro, la generosidad no conoce límites y no sólo no se exige ninguno de aquellos requisitos del catecismo, sino que cabe concederlo incluso cuando los delincuentes proclaman que se sienten orgullosos del grave delito cometido y que lo volverán a repetir en cuantito puedan. Lo único que se les reclama es la minucia de que se trate de unos políticos delincuentes que apoyen con sus votos al Gobierno que les indulta. Magnanimidad de la ética progresista.
c José Viñas García critica la ‘Vacuna a los futbolistas de la selección española’: «Si hubiera vacunas suficientes no sería problema alguno vacunar a quien fuera. El tema está en las preferencias. Para algunos, están los deportistas de élite, para otros: cajeras, dependientas, temporeros, ganaderos, trabajadores de los que decíamos durante lo más duro de la pandemia imprescindibles... Los que nos dan de comer, en toda la cadena productiva, transporte y venta.
Que decir de tantos y tantos jóvenes de la misma edad que esos futbolistas que tienen patologías crónicas y están sin vacunar.
Aparte de todo ello, creo que llegaron tarde, la Eurocopa empieza antes de ellos estar inmunizados aún vacunándolos».
c Jesús Seco Calvo titula su carta ‘Luis Alfonso Díez Suárez, in memoriam’: «En un instante, en un pestañear de ojos, todo cambia y la frágil vida se desvanece en un instante. Luis Alfonso Díez Suárez, compañero de promoción, ha fallecido en trágico accidente de tráfico.
En nuestra época de facultad eras rocabilly con tupé eras de León. Si... eres una persona, muy auténtica y muy inteligente. Fuiste un gran y entrañable amigo durante los años de facultad. Eres una grandísima persona, brillante, dotado de una inteligencia enorme y, por encima de todo muy humano y absolutamente auténtico. Te encantaba jugar al billar en unos garitos que había por la avenida de Italia. Cuántas partidas de futbolín en la Luna... te recordamos con la foto de la orla… Nos acordamos, te tenemos presente… ‘Compartí el periodo de su primera residencia’, ‘compartí guardias con él’. ‘Era encantador, amable como pocos, excelente compañero’. ‘Era un encanto’. ‘Era majísimo’. ‘Buenísima persona’, etc. Son algunos de los pensamientos que fluyen en nuestra memoria.
Vuelve a mí la rebeldía del injusto destino que no podemos cambiar… ¡Porque aún era pronto!... Y aparece la seguridad absoluta que a todos nos espera sin remedio. Pero aún así, ¡siempre será pronto para morir!
No hay consuelo para una madre. Un gran abrazo para su madre, hermano y demás familia que estará sufriendo lo inimagimable. Nuestra oración y consuelo os acompañen y reconforten.
Y hemos hablado en presente, ‘eres’, porque dejaste parte de ti en nosotros, porque el recuerdo de la persona querida crece en el alma como el eco en el valle del crepúsculo. D.E.P.».
c Luis Alberto Rodríguez Arroyo critica que ‘Pedro Sánchez hipoteca nuestro futuro’: «Todo parece indicar que el cortoplacismo de Pedro Sánchez se saldrá con la suya. En unas semanas estará preparado el informe para el indulto de los presos políticos, la revisión del delito de sedición y el mantenimiento del presidente en La Moncloa hasta el final de la legislatura. Y todo no en nombre de España y su Gobierno —que es a lo que se debe Pedro Sánchez— sino en frágiles alusiones al diálogo, la concordia y la convivencia. Trampas interpuestas desde el ámbito gubernamental para que el trágala sólo sea tímidamente respondido por la concentración de unos cuantos miles de ciudadanos en la plaza de Colón el próximo 11 de junio. Pero lo peor no es lo anterior. Lo peor está por llegar y es a largo plazo.
Cuando el bueno de Sánchez ya ocupe un puesto en el Consejo de Estado y se vea en la necesidad de aceptar que un presidente de Gobierno no puede subestimar ni deslegitimar al Tribunal Superior de Justicia, no puede remover el independentismo ilegal en beneficio exclusivamente propio ni colocar a un elevado porcentaje de la población en una posición de enfrentamiento —radicalmente distinta a la convivencia que proclama—. Todo eso tendrá lugar en este país en el que siempre creemos que sus hipotecas las pagarán otros».
¿Cree justificada la decisión
del alcalde de León de impedir que los feriantes pongan sus atracciones durante San Juan?
SÍ 53%
NO 47%
Cree que la selección española de fútbol tiene posibilidades
de ganar la
Eurocopa?