Un verano de fiesta cultural y acuática

Las piscinas de verano de Valdefresno han abierto ya sus puertas para dar cobijo a sus vecinos

y también a quienes vengan de

fuera. Todos podrán disfrutar de

diez horas diarias hasta el próximo mes de septiembre, abiertas

al público todos los días de la semana de 12.00 a 21.00 horas.

Este año, el ayuntamiento de Valdefresno ha programado un festival cultural que se celebrará entre los meses de junio y septiembre que no dejará a nadie fuera. Adultos, jóvenes y niños tendrán la oportunidad de disfrutar de los espectáculos creados por la concejalía

Además de las piscinas, vestuarios, duchas, aseos, consigna y un servicio de cafetería-restaurante que sirve raciones, bocadillos, platos combinados, multitud

de bebidas y helados completan

el complejo, que también dispone de un desfibrilador para poder

atender de forma inmediata cualquier parada cardíaca y garantizar la seguridad de los bañistas.

No falta en las piscinas de Valdefresno ánimo de lectura, por eso dispone de un servicio de préstamo de libros que viene que ni pintado para tener con qué llenar las horas bajo el sol cuando

no se está dentro del agua. Los precios siguen siendo los mismos que el año pasado. Se pueden adquirir entradas diarias de un sólo uso o se puede sacar un bono de duración determinada. Así, el precio de la entrada de adulto es de 1,70 euros de lunes a viernes, mientras que sábados, domingos y festivos, sube hasta los 2,20 euros.

Por su parte, los niños de 3 a 14 años pagan 1,20 euros entre semana y 1,70 euros los fines de semana y festivos. En cuanto a los abonos, los hay por temporada y por quince días y para empadronados y no empadronados. De este modo, los abonos por temporada para empadronados oscilan entre los 19 y los 37 euros,

mientras que quienes no forman parte del padrón de Valdefresno pagan por el mismo abono entre 30 y 77 euros. Los bonos de dos semanas le cuestan a los empadronados entre 13 y 20 euros y a los que no están empadronados, entre 18 y 25 euros, dependiendo de la edad, ya que los niños siempre pagan menos, al igual que los pensionistas o las personas con alguna discapacidad, en cuyo caso las entradas se equiparan a las de los menores.