EN LA ARENA DEL GLADIADOR
Italia reconstruye el lugar del combate del antiguo Coliseo de Roma. Los visitantes tendrán la misma perspectiva visual de los gladiadores y pisarán el suelo donde se batían a vida o muerte entre ellos o con las fieras aquellos legendarios luchadores de los primeros siglos de nuestra era
Pocos lugares en el mundo están tan imbuidos de historia, leyenda y sangre como el Coliseo o Anfiteatro Flavio de Roma, donde entre otros espectáculos públicos y juegos los gladiadores luchaban a vida o muerte entre sí o con las fieras ante las miradas del emperador y los senadores del Imperio Romano y de decenas de miles de espectadores enfervorizados.
Este anfiteatro construido con hormigón romano, madera, ladrillo, piedra calcárea, mármol y estuco está reconocido como una de las siete nuevas maravillas del mundo moderno. Se inauguró en el siglo I y se usó hasta el siglo VI y fue además el escenario de actividades de caza de animales, ejecuciones, recreaciones de batallas y obras de teatro de inspiración mitológica.
Dentro de poco, esta misma década, la milenaria arena ovalada de este emblemático edificio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, estrenará un nuevo piso de madera.
Sus visitantes podrán estar en el mismo lugar donde se desarrollaron los ‘deportes de sangre’ y donde se jugaban la vida los gladiadores, cuyas vidas y desgracias han sido representadas en innumerables películas y series.
Este es «un paso más hacia la reconstrucción de la arena, un ambicioso proyecto que ayudará a la conservación y protección de las estructuras arqueológicas, recuperando la imagen original del Coliseo y devolviendo también su naturaleza de compleja máquina escénica», anuncia el ministro de Cultura italiano, Dario Franceschini.
Los constructores serán un grupo encabezado por la firma Milán Ingegneria, MI (http://buromilan.com) y el que participan el estudio de arquitectura Labics, el arquitecto Fabio Fumagalli y el Profesor Heinz-Jürgen Beste, consultor de aspectos arqueológicos, así como las firmas Consilium y Croma.
Todo empezó en noviembre de 2014, cuando el ministro relanzó la idea del arqueólogo Daniele Manacorda de devolver su arena al Coliseo. Será liviana, reversible y sostenible, como lo requiere el Documento de Orientación de Diseño (DIP) elaborado por los arquitectos, arqueólogos, restauradores y estructuralistas del Parque Arqueológico del Coliseo.
Ahora, comienza la fase operativa del proyecto que, con técnicas constructivas innovadoras, uso de materiales adecuados y metodologías de análisis depuradas, permitirá restaurar la imagen original del monumento y su funcionamiento como una compleja máquina escénica, fortaleciendo su protección y conservación, en particular de sus estructuras subterráneas, según el ministerio italiano.
El piso será de fibra de carbono y Accoya, una madera para exteriores producida a partir de coníferas y modificada con una tratamiento químico denominado acetilación, que aumenta su durabilidad, estabilidad dimensional y resistencia a la sal, insectos, hongos y a la radiación ultravioleta, manteniendo el aspecto y características mecánicas de la madera natural.
Esta madera proviene exclusivamente de bosques certificados, mantenidos mediante forestación sostenible, donde la tala se planifica, teniendo en cuenta el rebrote de los árboles.
Algunas partes del futuro piso se construirán con paneles o listones móviles, algunos con forma curva y otros rectilíneos que, gracias a sus movimientos de rotación y traslación, garantizarán la flexibilidad de la superficie de madera y permitirán abrir las estructuras subterráneas o sótano para que, en determinados momentos, sean visibles y se aireen, quedando expuestas a la iluminación natural y a las miradas.
«La intervención de arquitectura e ingeniería hará posible una interpretación integral del Coliseo romano por parte del público, que así podrá comprender plenamente el uso y la función originales de este icono monumental y arqueológico del mundo antiguo, también a través de eventos culturales del más alto nivel que se realizarán allí», apuntan desde Milán Ingegneria (MI).
El proyecto de restauración de la arena cuyo, interior mide 86 por 54 metros, con una superficie de 3.357 metros cuadrados, dará paso a la restauración integral del anfiteatro más grande del mundo antiguo, que se calcula que durante su uso antiguo llegó a tener una capacidad para albergar hasta 87.000 espectadores.
La nueva plataforma se colocará a la altura que tenía en la época Flaviana y retomará el trazado del plan original del edificio. Recreará la apariencia original del monumento.