Diario de León

Más de 300 musulmanes rezan por Eid al Adha

La comunidad islámica leonesa se concentró ayer en el aparcamiento del estadio Reino de León para celebrar el rezo de la Fiesta del Cordero con los primeros rayos de sol

Los asistentes escuchan el sermón del Imán al amanecer. MARCIANO PÉREZ

Los asistentes escuchan el sermón del Imán al amanecer. MARCIANO PÉREZ

Publicado por
Alejandro Matrán
León

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El cielo comienza a clarear y cientos de musulmanes leoneses se reúnen al amanecer en el aparcamiento del estadio Reino de León para celebrar el rezo de Eid al Adha, la Fiesta del Cordero. 

Media hora después de salida del sol, a las 7:30, y la recitación del takbir (la expresión de fe), un par de miembros de la comunidad se dirigen, en árabe y español, a los asistentes, que guardan sin excepción la distancia de seguridad, para explicar la festividad. 

La Fiesta del Cordero celebra la historia del fundador del islam pero también del cristianismo y el judaísmo. Durante este día se conmemora el relato coránico en que Abraham ofrece a su hijo, Ismael, en sacrificio. De acuerdo con la tradición, Dios salvó la vida de Ismael entregándole a Abraham un cordero al que sacrificar en su lugar. Por este motivo, lo más característico de Eid al Adha es el sacrificio de un cordero que lleva a cabo cada familia después de la oración de la mañana.

Millones de musulmanes en todo el mundo celebran esta fiesta, aunque con algunas diferencias rituales según el territorio y escuela jurídica. Además, Eid al Adha coincide con el último día del Haj (la peregrinación a la Meca, obligatoria para todo musulmán al menos una vez en la vida). Los peregrinos se afeitan la cabeza y se deshacen de las prendas blancas usadas durante los últimos días en representación de un nuevo nacimiento. 

Una vez terminada la explicación, el Imán comienza a dirigir la oración. Los rayos del sol iluminan lentamente la explanada desde atrás, donde las mujeres forman algunas filas, hacia delante, donde resuenan las voces graves de los hombres que corean «Allahu akbar».

Tras el rezo y el sermón del Imán, algunos asistentes se apresuran para acudir a sus puestos de trabajo pues, en España (a excepción de Ceuta y Melilla), hoy no es un día festivo. Otros desmontan el minbar con agilidad y despejan el estadio para dirigirse a sus hogares con ganas de celebrar esta importante fiesta islámica.

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