Diario de León

El defensor del oro blanco de la montaña

Manuel Rodríguez Pascual, el hombre que más sabe de las merinas leonesas, es homenajeado hoy en la ermita del Roblo de Salamón en la tercera velada trashumántica

Manuel Rodríguez Pascual con el rebaño en la finca Gunnegalderie, en Nueva Gales del Sur, en Australia. DL

Manuel Rodríguez Pascual con el rebaño en la finca Gunnegalderie, en Nueva Gales del Sur, en Australia. DL

León

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Manuel Rodríguez Pascual ha tirado tanto del hilo de las merinas y de la trashumancia que ha llegado hasta Australia, Descendiente de una familia de carniceros de Fresno de la Vega, doctor en Veterinaria, se acercó a la trashumancia allá por los años 90, cuando aún trabajaba en el Instituto de Ganadería de Montaña del CSIC en Grulleros. Entonces los rebaños trashumantes viajaban en tren hasta Sahagún o El Burgo Ranero y subían a pie a los puertos. Durante tres décadas ha acompañado a pastores, ovejas y mastines, ha recorrido las históricas cañadas y ha volcado en numerosos títulos su trabajo de campo y la investigación en archivos, museos y bibliotecas. En 2013 conoció en Australia a las ovejas descendientes de las merinas que salieron de España en el siglo XIX y hoy son el referente internacional de la lana con una beca de la Fundación Vista Linda. Rodríguez Pascual, que tiene el título de Pastor Mayor de los Montes de Luna, es miembro de la Academia de Ciencias Veterinarias y cronista de la provincia de León, recibe hoy el homenaje de la tercera velada trashumántica que se celebra en la ermita del Roblo de Salamón (Crémenes), con Julio Llamazares y Fulgencio Fernández como padrinos.

El reconocimiento llega con buenas noticias que celebrar: la llegada a pie desde Extremadura a Lois y Salamón del rebaño de Francisco Morgado, con el patrocinio de la Fundación Mediterráneo, y el viaje de vuelta de las merinas leonesas desde Australia a Extremadura de la mano de Argimiro Rodríguez, oriundo de Tejerina. Rodríguez Pascual alaba las ganas de invertir y mejorar» del ganadero leonés, propietario de La Fuente de los romeros, en la comarca de La Serena, que ha costeado el transporte del semen desde la finca de Gunnegalderie. Su ilusión es que cunda el ejemplo en León para recuperar el «oro blanco de la montaña» que «es compatible con la carne». En medio año, las nuevas merinas han dado un excelente resultado en «finura y longitud de la lana» con 60-70 milímetros de longitud «que aquí no se logra en un año».

El mayor deseo de quien ahora es residente temporal en Las Salas, pueblo natal de su esposa, es que se trabaje con la gente joven «porque no hay relevo» y se ideen nuevas tecnologías para que el pastoreo sea menos esclavo y la ganadería extensiva una opción profesional de categoría como se merece. El rebaño trashumante, el mercadillo trashumántico de Las Hidalgas, el taller de lana de HilandoMamut y el cordero a la espalda ponen color y sabor a la jornada

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