un pasado con futuro
Dejando atrás el alfoz de León, el peregrino que sigue su trayecto hacia Santiago de Compostela entra de lleno en el tercer municipio de la provincia leonesa con más densidad de población por detrás de León y Ponferrada. En Párroco Pablo Díez y antes de atravesar la pasarela sobre el ferrocarril —la cual ha sido instalada recientemente—, los caminantes se encontrarán con uno de los enclaves estratégicos de la ruta a su paso por Trobajo del Camino. Se trata la plaza del Peregrino, lugar donde les espera un crucero «que fue instalado en 1993 a raíz del Año Xacobeo para dar un impulso al Camino de Santiago y ha acabado convirtiéndose en un símbolo de la Ruta a la entrada del municipio», asevera la alcalde de San Andrés del Rabanedo, Camino Cabañas.
Un total de seis kilómetros de Camino de Santiago son los que atesora el municipio de San Andrés del Rabanedo y, tras pasar la pasarela posterior de la plaza del Peregrino, se sitúa uno de los lugares de «obligada parada» según señala Cabañas, puesto que se encontrarán con la ermita de Santiago, totalmente restaurada, «que conserva todo su esplendor, y que es la única que se mantiene en pie de las cuatro que llegaron a existir». De hecho, la regidora detalla que «en la fachada principal está grabado el año 1777, fecha de su reconstrucción, la Cruz de Santiago y una concha de peregrino, símbolos del Camino de Santiago».
Otro de los elementos de interés de la Ruta Jacobea es la antigua fábrica de embutidos Araú, que se convertirá en un punto de referencia muy importante para los peregrinos que lleguen a Trobajo del Camino. «Es un lugar con un gran pasado pero creemos que todavía tiene un gran futuro por delante», destaca la regidora, que explica que «es la joya de la corona y llevamos trabajando mucho desde el Ayuntamiento para convertirlo en un símbolo del Camino a su paso por San Andrés para significarnos como punto intermedio entre León y Astorga y en donde podamos ofrecer una buena oferta cultural y alternativa y en la que el peregrino también pueda experimentar con el Camino».
Ya en la despedida del municipio, el caminante puede toparse con los restos de un crucero —destruido por un rayo en 1943— que están situados en el alto del Camino de la Cruz, una atalaya desde dónde se divisan los municipios de San Andrés y de León; junto a bodegas tradicionales que también llaman la atención al decir adiós al municipio.