un passo muy honroso
Con sus 306 metros y 19 ojos, el puente medieval de Hospital de Órbigo constituye una de las «maravillas» de la ruta a Santiago, como bien explica el alcalde de la localidad, Enrique Bustos. «Es un puente emblemático del Camino, el más largo y el único que unía la provincia con Galicia. Se creó para que el oro de las Médulas se llevara a León. Es del siglo XIII, pero rehabilitado por la cantidad de acontecimientos que han sucedido entorno a él. Tiene una historia tremenda y es paso obligado de los peregrinos, porque todos los peregrinos vengan de donde vengan tienen que llegar al inicio de este puente, el único paso a Galicia».
Además, recuerda la historia de don Suero de Quiñones en 1434. El caballero leonés que logró el permiso real para que todo el que pasara por el puente tuviera que pelearse a muerte en las justas medievales del Passo Honroso. Si se negaban, debían depositar un guante en señal de cobardía y atravesar el río vadeándolo. Esas justas se recrean cada año, «porque es historia del pueblo», remarca Bustos. «Muchos peregrinos hacen coincidir su visita con ese fin de semana. Es una recreación en un pueblo de 998 habitantes en las que todos nos volcamos y que ha logrado eco nacional», asegura orgulloso. Junto con esa joya medieval, el peregrino descubrirá que el nombre de Hospital de Órbigo «no es casual. Los hermanos de la Orden de San Juan de Jerusalén que se encargaban de atender a los peregrinos montaron aquí su hospital se supone que al lado de la iglesia de San Juan Bautista, que tiene su anagrama de la Cruz de Malta».
Curiosamente, según recuerda el regidor, los mismos monjes que fundaron Hospital fundaron otro pueblo en Irlanda con el mismo nombre, en el condado de Limerick, con quienes se hermanaron en 2019. Bustos resalta que en una población inferior a mil habitantes funcionan «seis albergues, tres hoteles y cuatro casas rurales con la friolera de 450 camas para servir a todo ese mogollón de peregrinos que vemos sobre todo en verano». Por eso le resulta «raro» ver ahora el puente con menos visitantes y haber tenido que cerrar el año pasado el cámping que este mes alcanza las 550 personas. «Esperemos que este triste sueño del covid pasó», remarca, «y todo vuelva a fluir». Tras el Cruceiro que indica el Camino a Santiago en el lugar donde se encontraba el hospital, el peregrino avanza hacia San Justo de la Vega.