la catedral de la ribera

El albergue público de San Martín del Camino da la bienvenida al municipio de Santa Marina del Rey al peregrino que opta por el trazado Francés. En la localidad funcionan otros tres y se está construyendo uno más, «lo que da idea de la importancia de San Martín en el Camino», destaca el alcalde, Francisco Javier Álvarez, quien resalta que este pueblo está justo a la mitad de León y Astorga y es un punto donde los viajeros a Santiago suelen pernoctar. «Es un pueblo muy acogedor. En la literatura se dice que San Martín fue siempre muy hospitalario para el peregrino». recuerda que hasta que llegó el agua del pantano de Luna el terreno era seco «y no voy a decir pobre, pero costaba mucho vivir en él y no tenía nada que ver con la riqueza actual. Sin embargo, siempre tuvieron una atención muy grande hacia el peregrino». Otro hito del trazado es el Crucero junto a la iglesia de San Martín, un templo que conserva la espadaña original y las campanas símbolo del vocabulario de los pueblos. Precisamente, la zona es famosa por su concurso nacional de campaneros y su escuela de niños en Villavante, el siguiente destino del viario Francés.

Si se opta por el Camino tradicional, la ruta penetra en Santa Marina del Rey, conocida como la Catedral de la Ribera porque a finales del siglo XVI, el obispo de Astorga se enfadó con el marqués y se trasladó a esta población, donde estableció durante un tiempo el Cabildo. Santa Marina es también conocida por su tradicional Feria del Ajo cada 18 de julio y por sus cotos de pesca «emblemáticos y de riqueza nacional e internacional, junto con los de Sardonedo y Villamor».

Así que los peregrinos encuentran en este municipio dos alternativas, o caminan por el Páramo atravesando San Martín y Villavente, o eligen la Ribera del Órbigo a través de Santa Marina. Ambas rutas confluyen en Hospital de Órbigo.

La zona intenta, además, ensalzar el Camino de Hermann Künig, que escribió en el siglo XV la primera guía del Camino y destacó tres sendas: «una por Oviedo, otra por Astorga y una tercera por Santa Marina, que arrancaba en Trobajo del Camino, pasaba por lo que hoy es La Virgen. que no existía, y seguía por San Miguel. Salía hacia Brañuelas superando los Montes de León, sin subir ninguna montaña y con acogida porque te daban vino y pan», indica Tomás Álvarez, presidente de la Asociación del Camino de Künkig.