Las Perseidas se dejan ver esta noche en su mejor momento
Las Perseidas alcanzarán hoy su máximo esplendor y se podrán observar cuando la Luna se oculte; lloverán en el cielo más oscuro
La máxima actividad de las Perseidas está prevista para hoy entre las 21.00 y las 24.00 horas (oficiales en la Península). Por tanto, el mejor momento para observar las Perseidas serán las noche hoy y mañana, días 12 y 13 agosto, una vez que el cielo esté ya muy oscuro, después de que el creciente de Luna se oculte por el horizonte.
Las Perseidas, también conocidas con el nombre popular de lágrimas de San Lorenzo por la proximidad del máximo de la lluvia de meteoros al 10 de agosto, día de la festividad del mártir español del mismo nombre, se producen todos los años hacia el 12 de agosto. Si bien, este 2021 será un año «excelente» para observar las Perseidas, pues sucederá pocos días después de la Luna nueva del 8 de agosto, según informa el Observatorio Astronómico Nacional (OAN).
Esta lluvia de meteoros es visible desde todo el hemisferio norte en pleno verano. Las velocidades de estos meteoros pueden superar los 50 km/s y su tasa de actividad puede llegar a los doscientos meteoros por hora. Aunque su momento de máxima actividad tiene lugar en las noches del 11 al 13 de agosto, las Perseidas comienzan habitualmente a verse hacia el 17 de julio y terminan en torno al 24 de agosto.
Según destaca el OAN, su alta actividad, junto con las condiciones atmosféricas muy favorables para la observación durante el verano boreal, hace de las Perseidas la lluvia de meteoros más popular, y la más fácilmente observable, de las que tienen lugar a lo largo del año.
Los cometas, según describen sus órbitas alrededor del Sol, van arrojando al espacio un reguero de gases, polvo y escombros (materiales rocosos) que permanece en una órbita muy similar a la del cometa progenitor.
Cada cometa va formando así un anillo en el que se encuentran distribuidos numerosos fragmentos cometarios. Cuando la Tierra, en su movimiento en torno al Sol, encuentra uno de estos anillos, algunos de los fragmentos rocosos (meteoroides) son atrapados por su campo gravitatorio y caen.