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Las bacterias marinas del volcán Tagoro

La vida submarina del volcán de las Islas Canarias sería un punto de partida idóneo para acceder a nuevos compuestos y enzimas con potencial farmacéutico

Ana Raquel Díaz-Marrero lidera la Bioprospección de microbiota marina antiproliferativa del volcán submarino Tagoro. RAMÓN DE LA ROCHA

Publicado por
León

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El desarrollo biotecnológico de las bacterias marinas que habitan en el entorno del volcán submarino Tagoro, al sur de la isla de El Hierro, sería un excelente punto de partida para acceder a nuevos compuestos y enzimas con potencial para aplicaciones farmacéuticas e industriales.

Así se desprende del estudio «Bioprospección de microbiota marina antiproliferativa del volcán submarino Tagoro» que han publicado investigadores de distintos centros científicos en la revista «Frontiers in Marine Science», y que han aislado y analizado 182 cepas de bacterias marinas obtenidas del volcán submarino, ahora en fase hidrotermal activa en aguas de El Hierro.

El estudio ha sido liderado por la investigadora Ana Raquel Díaz-Marrero en colaboración con un equipo multidisciplinar de científicos del Instituto Universitario de Bio-Orgánica “Antonio González” (IUBO) de la Universidad de La Laguna (ULL), el departamento de Bioquímica, Microbiología, Biología Celular y Genética del mismo centro y el Centro Oceanográfico de Canarias, Instituto Español de Oceanografía (IEO), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El investigador Eugenio Fraile, del IEO, autor también del trabajo y jefe de las campañas de investigación oceanográficas en el volcán herreño, recuerda en una entrevista a EFE que el 10 de octubre de 2011, en la Reserva Marina La Restinga-El Mar de Las Calmas, una erupción submarina dio lugar a un nuevo volcán submarino poco profundo a 1,8 kilómetros al sur de El Hierro, en Canarias. Durante los primeros seis meses se produjeron una serie de perturbaciones físico-químicas extremas, como cambios térmicos, acidificación del agua, desoxigenación y enriquecimiento en metales que generaron alteraciones significativas del ecosistema marino, explica a su vez Ana Raquel Díaz-Marrero. Después de marzo de 2012, el volcán submarino Tagoro entró en una fase hidrotermal activa que involucró liberación de calor, gases, metales y micronutrientes inorgánicos que continúa hasta la actualidad.