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Antonio Díez apaga su luz en La Rúa

Pionero del fotoperiodismo en León y retratista de generaciones en Foto Antonio, una muerte repentina arrebató la eterna sonrisa a este devoto de la cámara

Antonio Díez Carracedo con su cámara de placas, una Anaca alemana, en 2014. JESÚS F. SALVADORES

Antonio Díez Carracedo con su cámara de placas, una Anaca alemana, en 2014. JESÚS F. SALVADORES

León

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Su legado gráfico voló a Nueva York hace siete años y su sonrisa se fue ayer al cielo de los fotógrafos. Antonio Díez Carracedo (Tres Arroyos. Argentina. 1932-León. 2021) falleció ayer de forma repentina en su domicilio de la calle La Rúa, del que apenas salía desde antes de la pandemia. A sus 89 años, se despertaba cada mañana con la ilusión renovada de quien transita por la vida con ganas. En la misma calle donde despertó su vocación por la fotografía y en la que durante muchos años tuvo abierto su estudio de Foto Antonio, por el que pasaron tantas familias para el libro de familia numerosa o el DNI. Antonio Díez Carracedo empezó a trabajar como ayudante de foto Garay en los años 40 en La Rúa de los Francos. Antes de abrir su propio estudio en el número 9 trabajó como reportero gráfico para Diario de León y Proa, para las agencia Efe y también para Cifra Gráfica y Alfil. Fue testigo de una época en que la fotografía dependía de la luz del día, el magnesio y el polvo de aluminio los ayudantes químicos para superar los límites de la oscuridad y su esposa, Antonina Martínez, también fallecida, una pieza clave en el trabajo del laboratorio.

Antonio Díez Carracedo retrató acontecimientos como el Congreso Eucarístico, la apertura del Club Náutico del pantano de Luna, la inauguración de Cementos La Robla o sucesos como el incendio de la Catedral. Fotografió La Baña cuando no se conocía el asfalto para llegar al recóndito pueblo cabreirés y conservó la vieja cámara de placas como la niña de sus ojos. Un legado que se conserva en La Universidad de Nueva York, en la Art Gallery del Queensborough Community College, gracias al interés del leonés, Faustino Quintanilla. En su ciudad, le fueron dando largas con palmaditas en la espalda. Su último proyecto fue la Asociación de Fotografía Analógica Nicephore Niepce, presidida por su hija, Ana Diéz Martínez, con la vista puesta en el futuro que hay en el pasado de la fotografía . Ayer se marchó, riéndose, seguro. Hoy recibe el adiós en la parroquia de San Marcelo a las 18.00 horas. Que la tierra te sea leve, Antonio.

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