El descenso de la inmunidad empeora la gripe
Las medidas de protección ante la covid-19 causaron una drástica caída de la circulación de la gripe el pasado invierno, lo que podría traducirse en una pérdida de la inmunidad adquirida a nivel de grupo y en una mayor susceptibilidad a esta enfermedad. La próxima temporada de gripe, que alcanzará su pico hacia finales de enero, podría empezar antes y con más casos, aunque es difícil hacer previsiones, y por ello la principal recomendación para los grupos de riesgo sigue siendo ponerse la vacuna, que se puede administrar a la vez que la de la covid-19.
El año pasado «prácticamente no hubo casos de gripe». En una temporada normal se dan entre 250 y 300 por cada 100.000 habitantes por semana y en la pasada temporada «la raya rozó el cero absoluto, fue una diferencia abismal», dice Efe el responsable científico del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, Iván Sanz.