El cannabis se queda como está
El PSOE no apoya la propuesta de legalizar su consumo y uso medicinal
Fumar porros de hachís o marihuana en público y desde luego comprar y vender estos derivados del cannabis seguirá estando prohibido en España. Los más de tres millones de españoles que fuman, beben o comen habitualmente estas sustancias —una tercera parte lo hace a diario— se seguirán enfrentando a importantes multas si son sorprendidos haciéndolo por la calle o en bares o si tienen en su poder aunque sean pequeñas cantidades de estos productos.
El pleno del Congreso rechazará esta noche comenzar a tramitar siquiera una proposición de ley de Más País que pretendía legalizar el consumo y venta tanto público como privado, tanto recreativo como terapéutico, de los derivados del cannabis siempre que se respetasen ciertos controles.
Los más de 140 noes de PP y Vox se daban por seguros desde que el partido de Iñigo Errejón registró la iniciativa hace semanas, pero la clave de la derrota estará en las bancadas socialistas. No están dispuestos a sumarse a los pocos más de 70 síes de la izquierda y algunos nacionalistas (Más País, ERC, Unidas Podemos, EH Bildu, CUP, JxCat, Compromís, Nueva Canarias) y de Ciudadanos. La derrota, a la que también ayudará el PNV, anticipa lo que ocurrirá en breve con otras dos propuestas de legalización del hachís y la marihuana que traerán también a debate en el pleno de la Cámara Baja Esquerra y Unidas Podemos.
Íñigo Errejón
Descalificó el «prohibicionismo» y aseguró que no regular es «un regalo a las mafias»
El delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí, que ayer compareció en el Congreso, reiteró los argumentos contrarios a la legalización que comparte con el PSOE. Los derivados del cannabis son drogas peligrosas, dijo, y hacen mal, añadió, quienes «banalizan» sus riesgos, pues recordó que provocan tantos accidentes de tráfico como el consumo excesivo de alcohol, producen brotes psicóticos en jóvenes y enganchan al 10% de consumidores habituales y al 50% de los diarios.