Avanzadilla sanitaria de la UME a los pies del volcán

Fernando Moro es el único miembro del V Batallón de la UME, con base en Ferral de Bernesga, que ha sido desplazado hasta ahora por la Operación Volcánica La Palma activada por la erupción del volcán de Cumbre Vieja.

«Necesitaban un médico y colaboro con las autoridades sanitarias en el Servicio Canario de Urgencias en un plan de contingencia ante la situación de riesgo sísmico», explica. En la operación está desplegado el 2º Batallón de la UME, con sede en Sevilla, a través de dos destacamentos destinados en La Palma y en Tenerife.

El teniente coronel Fernando Moro, que ha participado en numerosas misiones de emergencia internacionales, al igual que en la operación Balmis del covid, comenta «nunca había estado en una situación parecida con un volcán en erupción», comenta. «Impresionan las coladas que parecen montañas que se mueven», apunta el teniente coronel. Frente a otras operaciones, como fue su intervención en el terremoto de México D. F. en 2017 o anteriormente en los de Ecuador y Haití, en el caso de La Palma, las necesidades sanitarias no son las más acuciantes al tratarse de «una emergencia previsible», apunta.

La labor que desarrolla desde hace dos semanas en la isla centra en prevención y en potenciar la capacidad del Hospital General de La Palma y que esté «lo más preparado posible para minimizar el impacto» que puedan tener los seísmos que se pronostican como riesgo más importante en la situación actual de la erupción volcánica. Se trata de tener una mejor respuesta «ante urgencias y por desestabilización de pacientes» en caso de un seísmo. La UME apoya el sistema sanitario de forma extrahospitalaria con dos uvis móviles y ambulancias.

Por el momento, desde el punto de vista sanitario, la emergencia no presenta riesgosa mayores. El peligro de los gases se encuentra controlado con las mediciones que se realizan de manera continua, explica Fernando Moro.

Tampoco ha habido un aumento de las patologías, ni del nivel de saturación de los centros sanitarios y «no se han detectado problemas de ansiedad y depresión. La población es muy fuerte y resistente. No les ha quedado más remedio que asumir el desastre, con la pérdida en muchos casos de todos sus bienes materiales», señala. Una de las laboresque llevan a cabo los destacamentos del 2º Batallón de la UME en la Operación La Palma es ayudar en la recuperación de las casas afectadas por las avalanchas de cenizas de la erupción volcánica. Palada a palada se están retirando toneladas de cenizas de los tejados que ponen en riesgo de derrumbamiento los edificios.

La Unidad de Emergencias colabora con el Instituto Geológico y Minero de España volando los drones para tomar imágenes y reconocer el estado de las carreteras en La Palma por posibles derrumbamientos causados por la erupción del volcán de La Palma.

El Grupo de Intervención de Emergencias Tecnológicas y medioambientales (Gietma) evalúa riesgos y con los drones colaboran en el seguimiento de las coladas para el control de su dirección, como hicieron en el municipio de Todoque durante varias jornadas las 24 horas del día.

Provistos de equipo de protección NBQ, militares de la UME han realizado tomas de muestras para los estudios que se realizan in situ con el fin de obtener la mayor información posible sobre el comportamiento del volcán. La toma de datos de temperatura de la lava ha sido otro de los trabajos realizados a disposición del Instituto Geológico y Minero de España.

El traslado de enseres de las familias desalojadas de sus viviendas es otra de las tareas que desarrollan los hombres y mujeres de la UME en La Palma,

«La acogida por parte de la población es muy buena, nuestra presencia les da tranquilidad porque ven que el trabajo es efectivo», explica este militar asturiano de nacimiento, que lleva en la UME de León desde su creación, hace ya 16 años.

Fernando Moro fue el responsable de entrenar a los equipos de rastreo de la UME, que a su vez formaron a otros militares, para colaborar con las autoridades sanitarias durante la segunda ola de la pandemia en la localización del máximo número de personas en riesgo de estar contagiadas. En otras emergencias su misión ha sido encontrar con gente con vida. Ahora es evitar que se pierdan vidas y prevenir problemas de salud por la erupción volcánica y los seísmos.