Estos ríos water-closed

Vayamos hoy tú y yo por los caminos del agua por los que corre también el asco con patente corsaria y la mierda con espuma podrida. Pillemos por el rabo las dos noticias que encabezaban la edición de ayer de este periódico: «Europa toma el Luna como modelo para depurar sus ríos» y «Luyego protestará ante Europa por las presas en los ríos Eria y Duerna»... El río Luna bebe todo lo que lloran los neveros babianos y algo más, aguas prístinas, diría el poeta, que se van haciendo sopa inmunda con diluídos cagaos y tropezones tras endosarle colectores y vertidos a lo largo de su lecho de pedrera y borbotón. Expertos belgas y biólogos de nuestra universidad ensayarán sistemas de regeneración natural que sustituye a las tradicionales balsas, depuradoras y pozos de decantación, cuya dudosa eficacia hace muchas veces inútil la elevada inversión que requieren. Se trata, en fin, de devolver al río plantas de humedal y charquera cuya actividad orgánica vegetal se zampa la porquería. Conprobamos este efecto de una forma incontestable cuando, rodando aquella serie de vídeos sobre los ríos de León, filmábamos el Duerna en sus pasos bajos y muertos. Era verano. El agua que corría por el ancho y seco lecho no era más que lo que mea un ángel y eran aguas de guarra turbidez, lechosas de jabón y retrete. Así escurrían por los últimos pueblos de la Valduerna. Pero llegado un punto en el que se estacaba el río y se esparcía el agua en gran charcal quieto, crecía el perejilón en todo él, ranúnculos, aucas, carrizos y otras hierbas borrachas de salud entre las que el agua corría. Cuela hasta el fondo el objetivo, le dije al cámara, que se vea bien el milagro y la intocable función depurativa que resuelven estas charconas, porque el agua que hasta allí llegaba hecha puro colector se transformaba en transparencia y se regenerana. Pero esas charcas las ciegan o escombran; a los ríos les roban roto y anchura. Cuando pretendan implantar estos sistemas naturales se encontrarán sin sitio. El río, cuando era río, hacía ya esto sin tanto bombo. Y ahora se oyen voces contra dos pequeños embalses en el Eria y en el Duerna que serían la obligada cisterna para tirar de la cadena, que es lo mínimo tras convertir estos ríos en water-closed.