Promesas en el aire de Glasgow
Protestas diarias de activistas y ecologistas por la falta de concreción de las medidas tomadas en la COP26 Los líderes siguen reunidos hasta el viernes
El gran peligro al que se enfrenta la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que desde el 31 de octubre se celebra en Glasgow, es que las promesas anunciadas en la cumbre se quedan al final en el aire. Los anuncios que estos días lanzan los líderes mundiales no son de momento compromisos firmes. En esta primera semana han sido muchas las propuestas esperanzadoras que se han escuchado para el planeta, pero activistas como Greta Thunberg ya han dictado sentencia: «La COP26 es un fracaso». Habrá que esperar al viernes para ver si es así.
Gobiernos y sector privado anuncian una «lluvia» de millones.
Es complicado cuantificar los millones que países y entidades privadas han prometido destinar a acciones para frenar el cambio climático. Entre los anuncios, el del presidente de EE UU, Joe Biden, que ha ofrecido invertir 3.600 millones de dólares para luchar contra los efectos de la sequía; o el de Pedro Sánchez, por poner un ejemplo cercano, que ha reservado 1.350 millones para poner en marcha políticas de acción climática en países en desarrollo. En la cumbre de Copenhague de 2009 se llegó al compromiso de aportar 86.000 millones de euros anuales a partir de 2020 para frenar el cambio climático. La fecha ya ha pasado y se llega por los pelos a 76.500 millones.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, hablaba el martes sobre la necesidad de «canjear deuda por acción climática», «instalar el concepto de deuda ambiental» y crear «un comité político y técnico sobre financiamiento climática». No ha sido el único político que ha apuntado la necesidad de condonar sus obligaciones para destinar más recursos al medio ambiente. El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, que anunció la ampliación de la reserva de las Galápagos en 60.000 kilómetros cuadrados, aprovechó su intervención para pedir ese perdón.
El acuerdo «histórico» para frenar la deforestación 16.500 millones es uno de los anuncios que se han calificado como «históricos». El plan lleva aparejado un compromiso de 10.300 millones de euros en fondos públicos aportados por doce países entre 2021 y 2025. A este montante hay que añadir 6.200 millones de inversión privada. Estados Unidos, la Unión Europea, Indonesia o República Democrática del Congo se encuentran entre las naciones que han ratificado el pacto, pero también lo han suscrito Rusia, China o Brasil. Aunque las tasas de deforestación han caído, todavía se pierden alrededor de 10 millones de hectáreas cada año.
Los compormisos
El veterano divulgador David Attenborough, naturalista británico, pronunció un emocionante discurso en la apertura de la COP26. Detalló lo que va mal, las peores cifras y las consecuencias, pero también hizo gala de esperanza. Recordó que lo que se decida en la cumbre afectará ya no a generaciones que aún no han nacido, sino a los jóvenes actuales. «Si por separado somos una fuerza poderosa para desestabilizar el planeta, juntos somos lo bastante poderosos para salvarlo».
Uno de los objetivos marcados en la cumbre de Glasgow es a la vez un concepto novedoso para el público en general. Se trata de ‘cero neto’ y se supone que se alcanza cuando las emisiones de CO2 producidas por el hombre se equilibran globalmente con las eliminaciones de dióxido de carbono que propicia el propio planeta, a través de sus masas boscosas o los océanos, por ejemplo. El límite para lograrlo sería el año 2050.