El Hombre de Atapuerca que tenía parientes en China
Un estudio del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) y del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología (IVPP) de Pekín aprecia coincidencias entre dientes de la especie homínida Homo antecessor de Atapuerca (Burgos) y de las poblaciones de Homo erectus, la mayoría de Zhoukoudian (China).
Los resultados de este trabajo, publicado en la revista ‘Journal of Human Evolution’, resumen más de diez años de cooperación entre las dos instituciones que permite concluir que las dos especies comparten varios caracteres dentales, relacionados con su evolución común en la gran masa continental de Eurasia, ha informado este martes en un comunicado el Centro Nacional de Investigación de La Evolución Humana (CENIEH).
Esos resultados también establecen diferencias muy claras entre ellas, como resultado de su distancia temporal (300.000 años) y geográfica (9.000 kilómetros).
Muchos de los restos que se han comparado proceden del yacimiento de Zhoukoudian, situado en la afueras de Pekín, que, igual que Atapuerca, está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Sin embargo, el escenario evolutivo que se propone en este trabajo dista mucho de la versión admitida por la mayoría de los expertos.
Según esa versión, lo que sucedió en las tierras de Asia no tuvo nada que ver con lo que aconteció en Europa desde que se produjo la primera colonización del gran continente euroasiático hace unos dos millones de años.
Los investigadores del CENIEH y del IVPP piensan que los pobladores del Pleistoceno de China no llegaron allí en una única oleada migratoria, sino que el escenario habría sido muy similar al de Europa.
Es decir, que el lejano oriente fue poblado por una diversidad de grupos humanos que fueron llegando hasta el actual estado de China en distintas oleadas migratorias cuando las condiciones climáticas lo permitían.
Una de esas poblaciones pudo emigrar desde Oriente próximo hace aproximadamente un millón de años, tras separarse de su madre común con Homo antecessor.
Este escenario explicaría los rasgos compartidos entre los homínidos que se conocen como Homo erectus de China y Homo antecessor en la Sierra de Atapuerca.
"Nuestros estudios permiten ahora estrechar vínculos entre dos lugares tan singulares y fundamentales para entender la evolución humana en Eurasia durante el Pleistoceno", ha sostenido el coordinador del Programa de Paleobiología del CENIEH, José Mª Bermúdez de Castro, primer autor de este estudio y uno de los codirectores de Atapuerca