Max Cotilla Con el corazón en la mano
El cantante y el mayordomo
Será una cuestión de gustos, pero no entiendo por qué David Bisbal sale en todas las portadas conquistando América en plan hortera. En la revista que saluda está en Maiami, jugando al dominó y diciendo machadas del amor. Que si labelleza de las mujeres, que si eres infiel, adiós muy bien, que si de las fotos con Chenoa en París no habla...En cambio, en la revista que se lee, en la que sale con la misma camisa rosa fucsia de la otra, está en México diciendo en exclusiva que es muy cariñoso y creando estilo con su vida cotidiana: entrevistas, fama, dinero y cita con als chicas tres en tres hasta llegar a la veintena. Por más que hago guarismos no me sale cuadrado. O sobran chicas o faltan números. Al final come espaguetis, filete y yogur. Luego, a ver la tele. Después de tanto revuelo, Guzmán y yo seguimos sin saber si es novio de alguien o sigue intentando ligar, porque el amor es muy bonito en su vida. Si pasamos de Bisbal, el ricitos, y le dejamos tranquilo conquistando el continente de los Andes y los indios chiricahuas, no tenemos más que volver a las portadas para darnos cuenta de que esas noticias no es ni mucho menos lo peor. Tenemos, por ejemplo, que Jezulín espera una niña con su señora Marijose y a su ex, Belén Esteban, le da igual. A mí si que me da igual, también a Bisbal y no digamos a Guzmán, que está que trina porque seguimos sin terraza en la oficina donde tomar un mojito con pastitas y bocatas. Y sin playa, que es peor. Claro que peor le va a la Reina de Inglaterra con el feo asunto del mayordomo de Diana. Pero digo yo y asiente Guzmán en mi criterio: ¿Qué nos importa a nosotros que el mayordomo se quedara con cosas de Diana? ¿Qué nos importa que Burrell, el mayordomo de Diana, tenga tirria a la familia Spencer? ¿Acaso es importante que Diana no quisiera el divorcio, que quisiera envenenar a Camila, que grabara una cinta con la confesión de un empleado de Carlos que decía que había sido violado por alguien de alta condición, que recibiera visitas masculinas en su casa y todo esto lo cuente el mayordomo de Diana? ¿Acaso es importante? ¿Sí? Pues esperemos el próximo capítulo de «II Anno horribilis of Maribel: la guerra de los Gales» y veremos a ver en qué queda el asunto ese del mayordomo de Diana, del violado y de la investigación que abrió para ser investigado algo que habría que haber investigado tiempo ha. Mientras tanto, el principe Andrés se fue de vacaciones y Fergie quiere hablar. La cosa promete. Y entre Wynona, la ladrona; las broncas del Romero porque no le saco en la terraza de Guzmán; el reto de Botella en la portada semanal; el pinte de Alejandro Sanz con sus cuadritos, que valdrán una pasta por su arte; el contrito mea culpa de Ricardiño, el Bofill con sus desmanes drogadictos, entre tanto, digo, ha vuelto Jesusito de la patria zapatista sano y salvo, Olaya se monta en el caballo y Arturo juega al fútbol con perrikis. Y yo, con Andrés, me voy al corteinglés y al bar de Sebi y al de Pepe.