La denuncia de 200 personas lleva a la detención de 14 médicos por vender adelgazantes
La Guardia Civil detuvo en Madrid, Barcelona, Málaga y Vizcaya a 15 personas -14 médicos y un farmacéutico- en relación con la venta de adelgazantes ilegales, tras recibir más de 200 denuncias y 3.000 llamadas de afectados, en una operación desencadenada el pasado jueves y que continúa abierta ante la espera de más detenciones. La Guardia Civil y la secretaria general de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, Susana Monereo, informaron ayer, en conferencia de prensa, de los detalles de la Operación Fórmula, en la que han sido registradas 15 clínicas y consultas de adelgazamiento y estética de Madrid, Valdemoro, Fuenlabrada, Leganés y Durango (Vizcaya) y tres farmacias de Barcelona y Málaga, donde se elaboraban los comprimidos. En los primeros seis meses de este año, los implicados en el fraude habrían podido obtener unas ganancias superiores a los 600.000 euros, según el Comandante Collado, quien no descartó que se produzcan más detenciones y registros. Además explicó que el precio del envase más pequeño de algunas de las cápsulas recetadas -de 50 grageas- alcanzaba el precio de entre 20 y 30 euros. La operación se inició el pasado mes de julio, cuando la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid (CAM) puso en conocimiento de la Guardia Civil las posibles actividades ilícitas de dos farmacéuticas de Leganés (Madrid), quienes elaboraban y distribuían formulas magistrales preparadas con sustancias prohibidas. En el desarrollo de la operación se intervino numerosa documentación relativa a la prescripción de sustancias prohibidas, materias primas para la elaboración de cápsulas adelgazantes, recetas, fórmulas magistrales de combinados prohibidos y equipos informáticos. Las denuncias y llamadas realizadas por los afectados, según el Comandante Collado, permitieron determinar la implicación de diferentes gabinetes médicos y clínicas de adelgazamiento y estética, en la prescripción de fórmulas magistrales elaboradas por los farmacéuticos detenidos y distribuidas por correo, mensajería o directamente en el despacho de farmacia.