El petróleo ahoga la vida en el mar

En el naufragio del Exxon Valdez murieron más de 250.000 aves marinas por contaminación con el petróleo derramado», señala WWF. Si se llegara a derramar todo el petróleo transportado por el Prestige, se estaría ante una «verdadera pesadilla», según el experto alemán en medio ambiente marino Hans-Ulrich Roesner. La contaminación tendría consecuencias catastróficas para los pescadores de la región, que viven de la captura de merluzas, calamares y otros frutos del mar, como almejas de mar y conchas de peregrino. «En ese caso prevemos graves secuelas a largo plazo para la región», dijo el experto de WWF.Su colega Christian Bussau, de Greenpeace, advirtió sin embargo contra una ola de pánico. En el peor de los casos se regeneraría la naturaleza en el plazo de algunos años, sin llegar a requerir décadas para ello. El principal problema radicaría en que se liberan sustancias tóxicas al medio ambiente que ingresan a la cadena alimenticia. El mayor peligro radica en los cancerígenos hidrocarburos aromáticos policíclicos contenidos en el petróleo. Aves marinas y ballenas, pero también bivalvos, cangrejos y caracoles se verían intoxicados y morirían, según Bussau. El buque naufragado en el fondo del mar constituye «una bomba de tiempo de la que pueden liberarse sustancias químicas dañinas en forma continua», dijo Bussau. «Cangrejos, bivalvos y estrellas de mar filtran el agua marina e incorporan a su organismo las sustancias tóxicas», explicó. El petróleo pesado no emergería, sino que quedaría depositado en forma de barro en el fondo del mar en torno a los restos del buque naufragado, contaminando la vida en esa área en una medida difícil de pronosticar. También deberán esperarse daños en las costas, según el experto de Greenpeace. Una alfombra de petróleo de 1.200 kilómetros cuadrados -es decir, que cubre una superficie de 30 por 40 kilómetros- puede contaminar varios centenares de kilómetros costeros. Una vez que se deposita el petróleo en la orilla, hay que levantarlo con la mayor celeridad posible con palas, para evitar la asfixia de la vida costera que se encuentra debajo de la película de petróleo, señala el microbiólogo Johannes Imhoff, del Instituto de Investigaciones Marinas de la Universidad de Kiel, en Alemania. Una vez realizada esta tarea, habría que dejar que la naturaleza se regenere sola, agregó. Imhoff advirtió contra la disolución del petróleo con sustancias químicas. «La influencia de estas sustancias puede ser tan grave como la del petróleo, porque son igualmente tóxicas». También el biólogo Bussau estimó que hay posibilidades de acotar el daño: «Si se logra recoger en forma relativamente completa y rápida el petróleo en la costa, puede esperarse que en uno o dos años no se vean huellas»