El Belén del reciclaje

c. fidalgo

rUna botella de plástico, una esponja, la tela de un paraguas roto, y unos alambres. La maña y la creatividad de un grupo de mujeres, sobre todo, de San Miguel de las Dueñas, está convirtiendo en toda una tradición que ya reúne más de quinientas figuras, el Belén con materiales de reciclaje que cada Navidad adorna los jardines del exterior del convento de la localidad del municipio de Congosto.

Suspendida por la pandemia la programación infantil que tenía intención de desarrollar el Ayuntamiento, el Belén con materiales de reciclaje instalado en el exterior del monasterio, pero dentro del recinto, se está convirtiendo en un motivo para desplazarse hasta San Miguel. Cada año, y desde hace más de una docena , nueve mujeres de entre 50 y 83 años se reúnen en las antiguas escuelas —Rosa, Sesi, Marisol, Raquel, Virtudes, Conce, Neli, Tere y Dori, y cuando pueden también les echan una mano Amalita, Pili, Ramonita y María Jesús— para arreglar las figuras estropeadas y añadirle nuevas a uno de los Nacimientos más singulares del Bierzo. Concienciadas con la necesidad de reciclar en el mundo del cambio climático en el que vivimos, las mujeres de San Miguel recurren a la imaginación y al ingenio para convertir en ovejas las fibras de una almohada, para que una botella de plástico se convierta en un pastor o un trozo de esponja, con el pelo rubio de lana, en el Niño Jesús.

Para visitar el curioso Belén hay que acceder al recinto entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche, siempre usando mascarilla. Y el mensaje está claro; «tenemos que ser respetuosos con la naturaleza», dice Conce. Y si alguna figura, después de muchas Navidades, ya no tiene arreglo, el material con el que está hecha vuelve al contenedor de reciclaje.