Crisis por el coronavirus
Vuelve el tapabocas en la calle con el virus desbocado
El BOE publicó ayer el decreto que obliga a llevarlo en exteriores con excepciones
La Nochebuena de 2021 será recordada por la vuelta de la mascarilla obligatoria en exteriores. Medio año después de que la población fuera liberada del tapabocas en la calle el pasado 26 de junio —siempre que se mantuviera la distancia de 1,5 metros entre convivientes— la escalada del covid ha convertido el tapabocas en una ‘solución’ por decreto ley. Las únicas excepciones son los parques naturales y la práctica de deporte, además de las personas exentas por prescripción médica que ya estaba en vigor. La medida se podrá cambiar solo cuando mejore la pandemia, para lo que no precisará del aval del Congreso.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, asegura que la vuelta de las mascarillas en exteriores no es una apuesta exclusiva del Gobierno y que recabó la práctica unanimidad de los participantes en la Conferencia de Presidentes. Además, justificó que, en estas fechas, en las que es fácil que se produzcan aglomeraciones resultan útiles para evitar la propagación de la enfermedad. Lo que critican la mayoría de los partidos y muchos gobernantes, sin embargo, es que toda la actuación del Ejecutivo haya quedado prácticamente reducida a eso. Socios clave como ERC o EH-Bildu, fueron contundentes. «Imponer mascarillas obligatorias en exteriores mientras se recorta en Sanidad es casi como regalar paraguas en mitad de un tsunami. El casi es porque las mascarillas no se regalan», dijo Gabriel Rufián.
Mertxe Aizpurua avisó de que la medida puede ser contraporducente y tener «poco impacto en la pandemia y mucho en la salud mental de los ciudadanos» y reprochó que, en su lugar, no se hayan impuesto medidas sobre ventilación de interiores o el refuerzo de la atención sanitaria.