«Es un escándalo no haber evitado lo del Prestige»

-¿España y la UE podrán decir adiós a una catástrofe así? -Creo que sí, porque se podía y se debía haber evitado esta situación. Según las propuestas iniciales que yo formulé en nombre de la Comisión en marzo del 2000, ese barco tendría que haber estado fuera del agua hace meses. -¿Qué falló? -Las decisiones se adoptaron, pero se tardó demasiado tiempo en decidirlas. Yo señalé la urgencia de que hubiera un acuerdo cuanto antes pero, desgraciadamente, se retrasó y el primer paquete de medidas no entra en vigor hasta el mes de junio. Por eso le he pedido a los ministros de Transportes de la UE que adelanten la entrada en vigor de las normas acordadas. -¿Hay otra resolución inmediata que llevará a cabo? -He pedido también a los ministros que designen a sus representantes en la Agencia de Seguridad Marítima para que se pueda constituir antes de fin de año y empiece a funcionar ya. Tendrá su sede provisional en Bruselas porque no voy a estar esperando a que se pongan de acuerdo los jefes de Estado sobre dónde poner la sede. -¿Cabe hacer algo más desde la esfera comunitaria? -Por ejemplo, incrementar el fondo económico para hacer frente a la responsabilidad por siniestro de un petrolero. Ya conseguimos un primer paso para que, a partir de noviembre del año que viene, la cobertura llegue a los 300 millones de euros, pero yo creo que tenemos que ir hasta los 1.000 millones. -¿Cuánto podría pedir España por el caso del «Prestige» con la actual normativa? -Hasta 200 millones: 25, directamente al armador y otros 180 al fondo petrolero con sede en Londres. Me parece insuficiente y por eso he planteado que es necesario incrementar esa cantidad hasta 1.000 millones de euros. Además, hay que acotar mejor la responsabilidad para que no nos encontremos en la situación actual, en la que por ejemplo, no se sepa quién era el propietario de la carga del Prestige, qué compañía petrolera hay detrás de este accidente. Lo que sé es que Repsol rechazó este barco por salirse de los parámetros de seguridad. -¿Qué se espera ahora? -Hay que poner en marcha los controles de forma inmediata. Es verdad que requieren medios humanos y esfuerzos técnicos por parte de los gobiernos. Eso tiene un coste pero debemos pensar que mucho más caro es que pase lo que ha pasado. Hay algunos países que se resistieron en su día a aplicar esas medidas precisamente por el esfuerzo que les suponen. -¿Qué fuerza tiene España para lograr que se adopten soluciones en Copenhague? -Primero, el escándalo de que haya sucedido el accidente del Prestige. El escándalo de que pudiendo haberlo evitado no lo evitamos. El escándalo de que, desde la Comisión, habíamos propuesto medidas que habrían prevenido este siniestro y fueron ellos los que no aceptaron. En este momento, España, lo mismo que en su día Francia, tiene un gran respaldo moral para pedir a la UE que se pongan las pilas y que todo el mundo arrime el hombro. -¿Qué debería acordarse en el Consejo de diciembre? -Lo primero que hay que hacer es poner en marcha lo que está aprobado. También hay una medida que se puede adoptar en el ámbito administrativo: que la UE decida que en sus aguas no entra un sólo petrolero sin doble casco que transporte fuel pesado, que es el más contaminante y dañino. -¿Para eso basta con una decisión de los gobiernos? -Naturalmente. Es lo que le voy a plantear a los ministros de Transportes el 6 de diciembre. Y si no lo conseguimos ahí, espero que lo logre el Gobierno español en el Consejo de diciembre, apoyado por el francés, que ya me ha dicho que está muy preocupado y quiere respaldar esta iniciativa. -¿Será posible eliminar los «paraísos» que hay dentro de la UE exentos de control? -La ley habla de que son los países los que están obligados a hacer las inspecciones y no especifica «puerto por puerto». Por este accidente, descubrimos algún puerto que prácticamente no controlaba nada. -¿Se refiere a Gibraltar? -Entre otros. Estamos verificando las inspecciones y hay alguno que no controla lo que debiera. Propondré una reforma de este texto para que no pueda hacerse fraude de ley.