Max Cotilla Con el corazón en la mano
Todas sentadas
Lo primero que llama la atención en las revistas que laten que salen esta semana, además de adelantar la Navidad casi hasta agosto, es que salen ellas todas sentadas. Bueno todas, todas no, porque Anne Igartiburu sale en plan de calendario metafísico en la revista que entrevista a señoritas monas y arregladas. Pero las demás, sí. Y empezamos por la propia Marta Sánchez, la de la exclusiva más estupenda en la revista que saluda. Sale embarazada del primero (ya siete semanas) y sentada en un sillón de piel de tigre y con dos velas. Ella, tranquila, sin miedo a los felinos y, aunque se la ve de pie, vestida con un horrible traje marrón de brillantina, luego se sienta con el traje encima de una cómoda que hay en el pasillo y con un perro. En otras páginas distintas de la misma revista latente y sensorial, salen sentadas otras señoras estupendas: desde la embajadora USA en esta tierra de toreros, banderillas, pandereta y del Fary, que explora la piscina de su casa con una estola de visón y un vestido de paño grueso hasta los pies. doña Julia se llama la embajadora de los chicos de Bush. También sale sentada Kournikova, en las rodillas de Enrique Iglesias; y la reina de Inglaterra bautizando a su biznieta; y Cecilia Roth en una escalera de una casa; Y Rocío Jurado, con su Jose y sus niños celebrando la Navidad antes de tiemppo encima del piano. Son felices y no sale Rociíto. Ella lo hará por su cuenta, probablemente, la próxima semana. Sentada también tenemos a Jenifer López, planeando su futuro que es llenar un hogar con muchos hijos, pero no la da tiempo porque sus matrimonios duran poco, pero lo intenta. Sentada Carmen Cervera, con botitas blancas; Arancha Sánchez Vicario en un anuncio y Mar Saura que aparece no sentada, sino tumbadaza en una otomana con champán y modelos de Chanel. Ana Duato, sentada en la del horario corto y Carmina, la reina mora pecadora, en la que se lee. «No soy tan mala», dice la pillina que tiene un proyecto en Marruecos, de trabajo. Es decir, no un trabajo propiamente dicho, sino un proyecto. Jezulina sale sentada, al revés, en la semanal de la semana, hablando de la pitopausia de su padre y de los lloros de su madres. Sus padres que deben tener un rosario en casa, que es por lo que no vive con ello Jezulín, andan a la greña por las novias que se echa el marido de la madre de Jezulín y Jezulina. Sale Jezulina enseñando las piernas, sentada en un sillón de mimbre y una mesa de jardín. Goya Toledo en un banco y Sofía Mazagatos en la nieve. Asi que todas sentadas en diversos puestos de la feria. Y teniendo en cuenta que no tenemos playa; que el botillo no entra en los menús de las revistas navideñas; que el vino que prospera es el más rico y que las chicas me llevarán de cena el sábado, todo va estupendamente. Guzmán lo tiene claro y me ha pasado una lista de regalos que les va a pedir al alcalde y a los Reyes, siguiendo el consejo de la revista que saluda donde salen los más caros: Un submarino para recorrer el Bernesga por la noche; un avión para la escuela de pilotos y después ya, menudencias, como los diamantes, los ferraris y otras cosas del montón. Para quedarse como Liam Gallagher, desdentados del susto. Y mientrs llega, a comer cecina a Villamanín, que es donde vive Tere y a beber vino de Gordoncillo a casa Boli. A ver si tiene, que no es fácil.