Un informe de la ONCE relaciona la pobreza con la discapacidad

El documento, titulado Futuro de los discapacitados en el mundo. Desarrollo humano y discapacidad, fue encargado a finales de 1999 por Ricardo Díez Hochleitner, presidente del Club de Roma, y hace un profundo recorrido por la situación de los discapacitados en el mundo, poniendo especial atención en aspectos como los derechos humanos, la educación, la formación y el empleo, la protección social, la accesibilidad, el ocio, la cultura y el deporte, y la participación social. El informe demuestra cómo la pobreza está íntimamente ligada con la discapacidad. Con el objetivo de denunciar esta situación y facilitar su incorporación en la sociedad es cada vez más habitual que se lleven a cabo más estudios para intentar demostrar la solución y buscar soluciones posibles a ella. El Club de Roma, fundado en Roma en 1968, es una reunión de personalidades de más de 30 países -entre las que se encuentran académicos, científicos, investigadores y políticos- que comparten una creciente preocupación por la modificación del entorno ambiental que está afectando a toda la sociedad. Marginación y desempleo Además, investiga y se interesa por grupos de influencia de los principales países sobre las perspectivas de la crisis en progreso que está afectando a su interdependencia con aspectos políticos, energéticos, alimentarios y demográficos. Los datos aportados por este informe relacionan directamente la discapacidad con la pobreza, una situación que sufre un 15% de la población de los países industrializados. Cerca de 1.000 millones de personas en países en desarrollo carecen de acceso a agua potable y 2.400 millones a los servicios sanitarios básicos. La marginación a la que las personas discapacitadas -un 10% de la población mundial- están sometidas incluye, también, la incipiente situación laboral. El resultado del informe refleja que este colectivo tiene entre dos y tres veces más posibilidades de estar desempleadas que las personas sin impedimentos físicos, porque aunque algunos están empezando a alcanzar niveles de bienestar sin precedentes, otros no están teniendo la misma suerte y conviven con la penuria. El informe de la ONCE finaliza señalando que «este informe, más allá de las referencias y propuestas a favor de un futuro más humano para el mundo de la discapacidad, quiera ser, sobre todo, la primera propuesta para la acción a favor de la diversidad humana, de su reconocimiento y de su defensa como patrimonio común». También añade: «un patrimonio que construye a diario cada vez que las personas se tratan como tales y se afanan porque cada circunstancia vital no sea nunca una barrera insalvable para la inclusión social y solidaridad personal que todos nos debemos».