El Papa pide amor y concordia en el seno de las familias cristianas

El papa Juan Pablo II pidió ayer que en el seno de las familias cristianas reine «el amor, la concordia y la serenidad», en el día en el que la Iglesia conmemora la festividad de la Sagrada Familia de Nazaret. El Santo Padre recordó que los padres tienen «una obligaciones irrenunciables hacia sus hijos y hacia la sociedad» y que de ellos se espera que ofrezcan «un verdadero y eficaz testimonio evangélico». «Una familia cristiana -dijo- debe ofrecer un ejemplo de matrimonio vivido conforme al diseño de Dios y las verdaderas exigencias de la persona humana». El papa Wojtyla presidió ayer el último rezo dominical del Angelus del año ante cerca de 40.000 fieles reunidos en la Plaza de San Pedro del Vaticano, en un típico y soleado domingo romano. Con aspecto y voz fatigados, el ya anciano Pontífice, de avanzada edad, 82 años, aseguró que una familia unida «supera más fácilmente las pruebas y dificultades que encuentra a lo largo del camino». Añadió que «rodeados del amor de sus padres, los hijos pueden encontrar las mejores condiciones para crecer y madurar, ayudados por Jesucristo». El Papa invocó ayer la protección de la Sagrada Familia para los hogares en los que existen problemas y sufrimiento.