Escobar de Campos esquiva a la ómicron

Con apenas una veintena de residentes y diez hogares abiertos, Escobar de Campos ha vivido, hasta ahora, sin contagios de covid en las últimas olas. La ómicron no ha entrado en este pueblo, única población del municipio del mismo nombre en el que hay censados 33 vecinos en el padrón de 2021, 14 mujeres y 19 hombres.

El virus lo tiene más difícil en la España vacía. Muy posiblemente la escasez de vecinos, reflexionan las pocas personas que se encuentran por la calle, ha hecho que el covid pasara de largo desde que enero del año pasado se registraron los únicos casos conocidos desde que estalló la pandemia. Los vecinos atestiguan la falta de servicio médico ante el consultorio cerrado durante un tiempo que ya no recuerdan, lo que les obliga a desplazarse en busca de atenciones médicas hasta la localidad próxima de Grajal, o en la mayor parte de las veces al centro de salud de Sahagún.

Solo los vendedores ambulantes parecen fieles a la cita para abastecer a este núcleo del sureste de la provincia leonesa, que hace 25 años tenía 89 habitantes y ya elegía a sus representantes por el sistema de concejo abierto al no sobrepasar el centenar.

El operario de mantenimiento de Escobar de Campos adecenta el entorno de la iglesia. ACACIO

Pese a todo, Segundo Velasco, alcalde del ayuntamiento no desaprovecha para compartir un ratito con los vecinos. Responde que la fórmula mágica por la que la pandemia casi ha pasado de largo, bien podría encontrar respuesta, en las precauciones cumplidas en todo momento.

A la disciplina sanitaria, el alcalde añade entre una prolongada sonrisa la otra parte de la receta: «El mejor remedio se ha logrado a través de consumir buen jamón pata negra, y buenos caldos de la tierra leonesa, buena muestra es como nos encontramos de salud», manifiesta el regidor. Con esta recomendación de dieta anticovid y buenos paseos por medio de la naturaleza «nos sentimos como robles», apostilla Velasco.

El servicio municipal de limpieza, un empleado que se afana con la azada para quitar las malas hierbas en el entorno de la iglesia, mantiene las calles limpias y relucientes, tan solo rota, en ocasiones, por la abundancia de materias agrícolas. Escobar de Campos está casi deshabitado, pero bien labrado y destaca por contar con maquinarias y equipos de trabajo modernos que facilita labores agrícolas de forma acorde con los tiempos.

Los vecinos resisten a la pandemia en un equilibrio que imita al de la campana que apenas se sostiene sobre la espadaña de la torre, vencida por una grieta.

Vecinos de Escobar de Campos con el alcalde (segundo izq.). ACACIO

Otros municipios en los que la sexta ola ha pasado casi desapercibida son Castilfalé, Prado de la Guzpeña, Peranzanes y Barjas. En este último se habían librado hasta que el pasado 31 de enero se registró el primer contagio en meses. La Navidad y Nochevieja dejaron su pequeño y breve rastro en los otros municipios que hoy están libres de covid. Un total de 17 estaban ayer en nueva normalidad (sin casos en al menos dos semanas). Además de Escobar de Campos, Bercianos del Real Camino, Campazas, Castrillo de Cabrera, Castrillo de la Valduerna, Oencia, Prado de la Guzpeña, Valdemora, Borrenes, Corbillos de los Oteros, Campo de Villavidel, Candín, Castilfalé, Castrotierra de Valmadrigal, Peranzanes, Truchas y Valdesamario.