Memoria histórica
En busca de 71 historias enterradas en Villadangos
La ARMH inicia el día 24 las prospecciones en el cementerio en busca de restos de represaliados de la Guerra Civil entre agosto y octubre de 1936 Esperanza contenida en las familias
La búsqueda de los 71 paseados. 70 hombres y una mujer, víctimas de la represión franquista durante la Guerra Civil y enterrados en el cementerio de Villadangos, entre septiembre y noviembre de 1936, ya tiene fecha. El próximo jueves 24 de febrero está grabado en las agendas de las familias que mantienen la esperanza de encontrar a sus seres desaparecidos o, cuando menos, de «despejar las dudas», como apunta Pilar González, sobrina de uno de los 71 represaliados.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) anunció ayer que la próxima semana iniciará la prospección en el camposanto sobre los tres puntos delimitados en el proyecto de intervención arqueológica, que abarcan 2,5x5 metros; 2x10 y 1,8x5 en un pasillo en forma de L que está sin tumbas.
La búsqueda llega con casi un año de retraso después de la polémica que surgió en verano al intentar ser vetada por un concejo en el que 22 personas se pronunciaron en contra. «Es una alegría poder empezar, aunque llegamos tarde porque en este tiempo se ha muerto uno de los hijos», comenta Marco González, vicepresidente de la ARMH. Rufino Juárez García, de 86 años, buscaba a su padre, Rufino Juárez Fernández, de Vegas del Condado. No había cumplido los dos años de edad cuando se llevaron a su padre en octubre de 1936 de Vegas del Condado junto a otros miembros de la Junta Vecinal, entre ellos Epifanio Llamazares Fernández. El 22 de octubre fueron recogidos en el lugar conocido como pozo Mulgar del monte de Villadangos los cadáveres de diez hombres fallecidos por «traumatismo craneal», como consta en el Registro Civil de Villadangos, donde se dice que fueron enterrados en el cementerio.
Cuatro de ellos ha podido ser identificados a partir de las señas recogidas con todo detalle en los asientos de defunciones del Registro Civil. Un hombre «alto, fuerte, camisa crema, pantalón color café a rayas, chaqueta y chaleco obscuros, zapatos negros» es Rufino Juárez Fernández, labrador de 45 años.
Otro paseado descrito como «alto, frente ancha con entradas avanzadas» vestido con «chaqueta pana negra rayada, pantalón a rayas, camisa a rayas azules y rojas, botas negras», responde a las señas de su convecino Epifanio Llamazares Cármenes, de 47 años. El nombre de Sixto Rodríguez Fernández es atribuido al hombre alto, grueso, manos largas, traje negro, con camisa verde, zapato negro de suela y cinturón trenzado con dos anillas». José Honrado Jáñez, de 46 años, es el cuarto identificado en el documento oficial a partir de la descripción: «Alto, grueso, cara ancha, chaqueta y chaleco oscuro, pantalón pana negra rayada, camisa blanca a rayas, zapatillas negras».
En la fosa común
La búsqueda de las familias, que se inició en 1936 y aún no ha terminado, ha logrado poner nombre a algunos de estos desaparecidos. Es el caso de Federico Sacristán, un empleado de Correos de León, o de Tomás Toral Casado, de Valderas, en aquellos primeros tiempos. Otros nombres fueron aportados por tarjetas de identidad como carnés sindicales. Todo esto junto con la tradición oral en las familias ha conseguido armar un puzle de 41 nombres de entre los 71 desaparecidos. Las ampliaciones y construcción de tumbas en el cementerio acotan la búsqueda a una zona concreta. «Esperemos que queden algunos cuerpos, pero encontremos uno o dos van a ser las 71 historias enterradas allí», afirmó Marco González.
El Ayuntamiento de Villadangos del Páramo aseguró ayer que los permisos, tanto municipales como de la propiedad, que es la Junta Vecinal, están en orden desde octubre. La ARMH no teme que haya más polémica, después de lo ocurrido en verano, que obligó a intervenir al entonces vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, que visitó personalmente el cementerio el 30 de agosto, Día de las Personas Desaparecidas.
«Toda la gente que vaya va a ser bien recibida, nunca trabajamos a puerta cerrada», subrayó González, tras recordar que los problemas partieron de 22 vecinos y no de todo el pueblo. La repercusión de esta polémica tuvo su parte positiva: más familias buscan desde entonces a los desaparecidos de Villadangos.
La ARMH inicia con esta fosa de Villadangos la campaña de este año. Desde el año 2000 ha recuperado los restos de 1.570 personas en España, de las que 170 corresponden a León. Ha intervenido en 80 cementerios. La prospección será dirigida por el arqueólogo gallego Serxio Castro, que ha llevado a cabo numerosas exhumaciones con la ARMH desde 2018. Los trabajos de antropología forense serán dirigidos por Laura González-Garrido, del Área de Antropología Física de la Universidad de León. Y junto a ellas participarán numerosos voluntarios y voluntarias de diferentes puntos de España.