Miriam Fernández. «Si no podéis hacer algo intentarlo de forma diferente»

«Mi vida empieza con unos papis muy jóvenes, metidos en el mundo de droga y sin medios económicos. Aún así, decidieron tenerme, pero al poco de nacer se dieron cuenta de que algo no iba bien. El médico les dijo que cuando tuviera 15 años, como mucho, me arrastraría por el suelo y nunca iba a poder andar. Entonces tomaron una decisión generosa y me dieron en adopción. Me convierto en la hija pequeña en una familia con siete hermanos y una madre de 50 años». Tras un segundo diagnóstico médico, el pronóstico fue el mismo. «Pero el médico no tuvo en cuenta tres cosas: el esfuerzo, la entrega y el amor de mi familia», que se volcó con una niña a la que enseñaron la superación, la lucha, cómo caer sin hacerse daño y levantarse mil veces y a desarrollar el carácter suficiente para dar la vuelta positiva a todos los reveses. «Mis compañeros de clase se reían de mí, me rodeaban, siempre estaba en la lista de las más fea, me empujaban y mil veces me levanté, pero no era feliz». Hasta que empezó a cambiar la pregunta. «¿Para qué?. empecé a preguntarme. La vida es una decisión. La felicidad no es otra cosa que tomar la decisión de ser feliz. Decidí fijar mi atención en las cosas bonitas que tengo».

La facilidad de comunicación de Miriam atrapó a un auditorio que no paró de aplaudir cada historia de superación, como convertirse en la campeona de España de natación de personas con discapacidad o ganar el concurso de televisión ‘Tú si que vales’, que convirtió en realidad uno de sus sueños, el de ser cantante, o ser actriz. «La parálisis cerebral más importante es el miedo. ¿Qué habría pasado si me hubiera retirado porque había gente que decía que no yo no podía hacer algo? No os rindáis. Si no podéis hacer algo intentarlo de forma diferente».

Algunas de las personas que la acosaron de pequeña la siguen ahora en redes sociales. «Les he perdonado, el perdón ayuda a seguir adelante», asegura. «Todas las debilidades pueden convertirse en fortalezas. Me alegro de que se alejaran de mí las personas que sólo se fijaron en mi defecto más evidente, pero no en lo más importante. Con cada sufrimiento siempre puedes decidir cómo afrontar el camino». Ahora comienza una nueva vida tras contraer matrimonio.