Vuelve al mar el barco que emula a Elcano
El ‘Pros’ regresa el mar tras parar su trayecto por los tifones para recrear la primera hazaña completada hace 500 años desde Sevilla por Juan Sebastián Elcano
El ‘Pros’ en su salida de Sevilla en el año 2019. MARÍA TRASPADEME
El velero Pros zarpó este sábado desde Papeete, capital de la Polinesia Francesa, rumbo a las Islas Fiyi, un recorrido de 3.700 kilómetros tras una parada por la temporada de tifones y que es su octava etapa en la recreación de la primera vuelta al mundo, completada hace 500 años por Juan Sebastián Elcano, con salida y llegada en Sevilla.
Uno de los tripulantes del barco, José Solá explica que han podido cumplir el objetivo de salir el 12 de marzo desde la isla polinesia de Tahití una vez concluidos todos los preparativos del barco, que tiene 23 metros de longitud (eslora), y también tras despejarse las contraindicaciones meteorológicas.
Los navegantes esperan completar la etapa en unos quince o veinte días, dependiendo del estado de la mar y de los vientos que se encuentren en el recorrido hasta Suva, la capital del archipiélago de las Islas Fiyi, situada en la isla de Viti Levu.
El Pros zarpó de Tahití después de recorrer por el Pacífico casi 11.000 kilómetros (5.860 millas náuticas) y hacer escala en nueve puertos o fondeos de tres países distintos dentro de un viaje organizado por la asociación Amigos de los Grandes Navegantes y Exploradores Españoles (AGNYEE) denominado 500 años después. Tras la estela de J.S. Elcano .
La tripulación para esta etapa la forman el capitán Ricardo Teigell, una mujer —África Herrera— y seis hombres, entre ellos Juan Manuel Eguiagaray, de 76 años y ministro en el Gobierno de Felipe González.
El Pros volvió a navegar en verano pasado tras una parada obligada de año y medio en El Callao (Perú) debido a la pandemia de coronavirus. Hasta el puerto peruano llegaron tras salir desde Sevilla y cruzar el Atlántico y el Estrecho de Magallanes. En Perú necesitaron cincuenta días para reparar el barco, que estaba hecho «un verdadero desastre», debido a la gran humedad del mar del Callao y las aves, que hicieron mella en la embarcación. Los navegantes reconocen la dificultad de llegar a Sevilla el 8 de septiembre, tres años después de su partida.