A las 2 serán las 3: el cambio que afecta a personas y animales
La madrugada del domingo hay que adelantar los relojes. Vuelve el horario de verano.
La hora oficial en España se adelanta sesenta minutos. En la madrugada de este domingo (del sábado al domingo) como cada último domingo del mes de marzo de cada año, el horario de verano comienza a las 02.00 horas, que pasarán a ser las 03.00. Los relojes se adelantan una hora hasta el último domingo de octubre, que como cada año, volverán a retroceder esos sesenta minutos.
El cambio horario es una medida muy controvertida en Europa, que se estableció para ajustar la jornada laboral con las horas de luz natural y conseguir así un ahorro energético al consumir menos electricidad. Cada vez son más los expertos que consideran irrelevante el impacto económico de la medida en una sociedad cada vez más tecnológica.
El acuerdo del Consejo de Ministros del 7 de septiembre de 2018 creó una comisión de personas expertas para el estudio de la reforma de la hora oficial, encargada de la elaboración de un informe de evaluación así como la conveniencia de mantener en España la hora de Europa central. La decisión respondía al inicio de un proceso de modificación de la Directiva 2000/84/CE que dio lugar a la presentación por la Comisión Europea de una propuesta de directiva que eliminaba los cambios de hora estacionales.
«La Comisión de expertos concluyó, por un lado, que no era aconsejable producir ningún cambio precipitado en los husos horarios mientras no existiese un consenso compartido y una difusión práctica a nuestra ciudadanía de los riesgos y oportunidades que comporta». Con la pandemia, todo el proceso se paralizó y todavía no hay ninguna decisión sobre la propuesta de la supresión de los cambios horarios. Lejos de eso, el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 11 de marzo de esta año, publica las fechas de los cambios de horario correspondientes a los años 2022 a 2026 que este año comenzará este domingo a las dos de la madrugada, por lo que ese día tendrá una duración de veintitrés horas.
El horario de verano acaba el domingo 30 de octubre, con los relojes de nuevo retrasados sesenta minutos y con una duración oficial del día de veinticinco horas. Además de las dudas del ahorro energético, los expertos analizan el impacto de la medida en la salud y los comportamientos humanos, pero también en los animales, que no se rigen por las manecillas de los relojes pero se ven afectados por el cambio de las costumbre humanas en cada modificación horaria.
Efecto en los animales
El profesor de la Universidad de León Vittorio Baglione, del departamento de Biodiversidad y Gestión Ambiental, experto en etología, la rama de la biología que estudia el comportamiento de los animales en sus medios naturales, hace referencia a estudios realizados en Estados Unidos y publicados en revistas científicas en las que se ponen datos a los cambios que se producen en la interacción entre los animales y los humanos con cada cambio de hora.
En Nueva York se ha visto que el número de colisiones de coches con los ciervos de cola blanca aumentan con el cambio otoñal de horario
«Muchos mamíferos se mueven sobre todo en las horas crepusculares. En Nueva York se ha visto que el número de colisiones de coches con los ciervos de cola blanca aumentan con el cambio otoñal de horario, ya que el pico de tráfico de la tarde se produce cuando ya se está haciendo de noche y estos animales, al ser más activos, cruzan con más frecuencia las carreteras. Al contrario, el cambio de hora primaveral anticipa el pico de tráfico, alejando del peligroso crepúsculo. Así que las colisiones disminuyen. También hay información relativa a las mascotas, que pueden verse influidas por nuestro repentino cambio de horario, sufriendo una especie de jet lag parecido a lo que sentimos muchos humanos».
¿Y qué sentimos los humanos?
La neuropsicóloga leonesa Julia Gutiérrez, destaca que el cambio de hora implica una adaptación. «La mayoría se puede adaptar en cuestión de días o apenas percibir nada, hay otros que experimentan las consecuencias durante más tiempo. Las personas más sensibles a estos efectos son las que ya tenían un proceso previo, como es el caso de personas con problemas de insomnio, depresión o ansiedad. Y personas de especial sensibilidad a los cambios como los niños o ancianos, más si están en un proceso de demencia. Además, puede ser notorio en mujeres por los cambios hormonales que puede implicar».
La modificación de los horarios altera los ritmos biológicos, como es el ritmo circadiano del sueño. «Mantenemos estos ritmos con sincronizadores externos, como son los horarios de comida, trabajo, rutinas… un cambio influye sobre la desincronización de nuestro sueño. El ritmo circadiano del sueño presenta una duración de algo más de 24 horas. Por ello, el cambio de hora donde se incorpora una hora más al día suele generar menos efectos adversos que el de retirar una, porque nos alejamos aún más de esos ciclos naturales del organismo»
Entre los síntomas más frecuentes están cansancio, irritabilidad, alteraciones de sueño, desorientación temporal y apatía. «Dichos efectos deberían atenuarse a lo largo de los días. En los casos contrario, donde se prolonguen en el tiempo es aconsejable acudir a un especialista, porque puede ser indicativo de otro tipo de dificultades».
La especialista aconseja hacer una adaptación del nuevo horario de forma paulatina a lo largo de varios días, en lugar de cambiar de golpe los horarios. «Si nos fijamos en lo puramente psicológico. lo ideal sería evitar los cambios de horario. Nuestros ciclos experimentan un cambio natural a lo largo del año, propio de las diferentes estaciones y horas de luz, no siendo recomendable un cambio extra tan artificial y radical como es aumentar o quitar una hora al día.
Teniendo en cuenta la adaptación a las horas parece ser más aconsejable el horario de invierno, porque estamos más cerca de la hora solar que nos corresponde y permite mayor coherencia entre la actividad que se espera de nuestro organismo y la luz natural. Nuestro cuerpo regula la segregación de hormonas como la melatonina (que ayuda a la conciliación del sueño) en función de la luz solar».